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Los libros son una alternativa al aburrimiento y tiempo muerto del aislamiento. El tema es que si no se tiene a mano lecturas nuevas, un libro es imposible de adquirir en medio de la cuarentena. Ahora los libreros de la ciudad encuentran una opción ante esto y de paso reactivar sus comercios que quedaron sin actividad.

Un grupo de comerciantes le pidió al intendente Pablo Javkin que les permita desde el lunes 13 de abril trabajar a puerta cerrada para poder realizar ventas por medio del envío a domicilio.

"Nuestro compromiso seria realizar esas tareas en una jornada laboral acotada, a consensuar, podría ser de 10 a 18 horas, con personal reducido, de acuerdo a la dotación de cada empresa", le solicitan mediante una nota.

Esto, según explican, le permitiría recomponer en parte la inactividad "sin que implique una ruptura del aislamiento establecido".

"Consideramos pertinente que en esta situación se incorpore al libro y a la lectura como una actividad esencial para poder atravesar en mejores condiciones esta etapa de cuarentena y aislamiento obligatorio, dado que los estudiantes siguen cursando en forma virtual, preparándose para rendir exámenes, elaborando tesis; los escolares necesitan libros para hacer sus tareas y mantener su vínculo con la escuela, sin que hasta el momento puedan satisfacer sus necesidades bibliográficas específicas", dijeron.

Por último agregaron: "Sabemos también que la lectura constituye una buena opción para paliar la angustia provocada por el encierro, e incluso una alternativa más saludable que la mera visión de entretenimientos audiovisuales. Garantizar la existencia de las librerías, y a través de ellas de todo el entorno que lleva a un libro, significa vivir en una sociedad más plural y diversa, amén de conservar la fuente de ingresos de tantas familias".

La nota está firmada por Marcos Buchín, Germán Abbet, Enrique Luis Rey y Nuria Clerici, de Buchín Libros, El Halcón Maltés, Paradoxa y Arde Libros.