Durante la primera parte de este año se profundizó la pérdida en el poder adquisitivo de trabajadores rosarinos. Los datos indican que en algunos casos los ingresos llegaron a la mitad de lo que eran en 2017. Esto aceleró el crecimiento del pluri empleo, con el objetivo de llegar a fin de mes.

El fenómeno de trabajadores pobres, que se venía consolidando años atrás, se intensifica en Argentina al calor de constantes vaivenes económicos. Si bien durante los últimos meses algunas variables amagan con estabilizar, los precios no terminan de estacionarse y día a día corroen los ingresos laborales. 

El último informe de la Fundación Banco Municipal expuso que en el primer trimestre el ingreso real promedio de los ocupados de la región se contrajo 26,6% interanual, acumulando una pérdida de 40% en los últimos siete años. Esto se dio en un contexto de inflación acelerada, con picos mensuales de hasta 25% entre finales de 2023 y comienzos de 2024.

En otras palabras, los ocupados durante enero-marzo percibieron poco más de la mitad de su ingreso real que en igual periodo de 2017, pese a trabajar en promedio la misma cantidad de tiempo.

La situación difiere al analizar cada categoría ocupacional. Es que, por ejemplo, los cuentapropistas perciben -en términos reales- por hora trabajada menos de la mitad de lo que ganaban a principios de 2017. 

Entre los asalariados -privados formales e informales y públicos formales- su poder de compra se contrajo bastante menos, aunque sigue siendo relevante, ya que perdieron un tercio de este en dicho periodo. En el caso de los asalariados públicos informales, su ingreso real se redujo prácticamente a la mitad.

Como estrategia a la pérdida de ingresos, se observa un crecimiento en la cantidad de ocupados con pluriempleo, el cual crece desde 2021. Asimismo, en los últimos siete años la población económicamente activa creció. Sin embargo, en el último año (1T2024 vs. 1T2023) en el que se concentra la mayor disminución del poder adquisitivo, la PEA disminuyó. Dicha caída sugiere que en un contexto de aceleración inflacionaria los costos de búsqueda laboral se incrementaron.

A pesar de la marcada caída en el poder adquisitivo, la mayoría de los ocupados del AGR no mostró cambios significativos en la cantidad de horas trabajadas en su ocupación principal entre el primer trimestre de 2017 y el primero de 2024, excepto los patrones, que redujeron su jornada laboral alrededor de 30%, y los asalariados públicos informales, que trabajan cerca de 50% menos. 

Aunque en promedio no se observan cambios notorios en las horas destinadas a la ocupación principal, esto no descarta que algunos trabajadores hayan buscado empleos secundarios para intentar recuperar parte del poder de compra perdido. Efectivamente, desde 2021 ha aumentado progresivamente la cantidad de ocupados, de todas las categorías, con pluriempleo.