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El gobierno decidió postergar un mes el ajuste del impuesto a las transferencias de los combustibles que tenía previsto entrar en vigor este sábado, según consignaron fuentes de la Secretaría de Energía.

La medida iba a entrar en vigencia e implicaba un aumento en el precio de venta final de los carburantes para todo el país.

La decisión se tomó "para evitar un impacto en la inflación" y adelantaron que este miércoles se publicará un decreto presidencial con la suspensión del ajuste del gravamen a la transferencia de los combustibles, indicaron fuentes de la cartera energética.

El nuevo aumento que era previsto para este sábado y se pospone, era de al menos un tres por ciento en el precio de los combustibles, que no tenía como origen la suba de la divisa extranjera, sino que responderá a un ajuste en un impuesto.

Según la variación de los precios minoristas, ese impuesto preveía un aumento del 11,8%, que tendría un impacto del 1% en los importes en los surtidores.

A eso se sumaba una suba adicional por la inflación y la devaluación del dólar frente al peso de marzo y abril cercana al 3%, aunque según fuentes del sector, dependiendo de la aplicación del impuesto puede llegar al 3,5% o 4%.

En el interior del país los reajustes suelen ser mayores por el costo de la logística, que implica el abastecimiento de las estaciones de servicio. En la última revisión de los impuestos a los combustibles, de marzo pasado, la secretaría de Energía desdobló el incremento impositivo en dos tandas, una parte en marzo y otra en abril.