¿Cómo va a repercutir la emergencia ferroviaria decretada por el Gobierno?
Mientras la atención de los argentinos estaba depositada en lo que ocurría con la votación de la Ley Bases en el Senado, desde Nación se publicó un decreto de emergencia pública en materia ferroviaria que, si bien reasigna el presupuesto negado a los ferrocarriles en un principio, también abre la puerta a la precariedad y a las privatizaciones. Entonces, ¿qué implica esta emergencia y cómo afecta al servicio en Rosario y en todo el país?
El jueves por la noche, el Gobierno publicó el DNU 525/2024 que establece la emergencia ferroviaria por dos años y afecta directamente a los servicios de transporte de pasajeros y cargas de jurisdicción nacional, como también a las actividades relacionadas con la administración y mantenimiento de la infraestructura y la operación de los servicios en la Red Ferroviaria Nacional.
Mariano Antenore, integrante de la Asociación Rosarina Amigos Del Riel, explicó en diálogo con la Sí 98.9 que la raíz de este decreto de necesidad y urgencia es el grave accidente ocurrido el pasado 10 de mayo en Palermo, que afortunadamente culminó sin muertos pero que “desnudó la desidia que venía teniendo el Gobierno Nacional desde que asumió respecto a no trabajar en tiempo y forma en reponer el robo de cables de señalamiento, que son fundamentales para la seguridad operativa del ferrocarril”.
“Esto puso de relevancia el hecho de que se había hecho un recorte total en el presupuesto de mantenimiento, no solamente de los gastos operativos, sino también de la infraestructura”, apuntó Antenore, que resaltó que la gestión de Javier Milei había recortado un 60% en los gastos operativos y un 92% en los de infraestructura, “al punto tal de que las autoridades ferroviarias que estaban en ese momento, nombradas por este gobierno y que a posteriori fueron removidas, habían advertido por nota de que una situación como la que terminó ocurriendo era muy probable y que sigue estando latente”.
Un mes después de aquel grave episodio, se publica este decreto que asigna casi 1,3 billones de pesos ($ 1.293.780.000.000) para ejecutar las inversiones necesarias en mejorar la seguridad, de los cuales $ 350.000 millones tendrán que ejecutarse en este Presupuesto 2024. Dicha cifra es la misma que el Gobierno se había negado a dar en un principio.
Sin embargo, si bien la administración nacional decidió reasignar ese dinero, el decreto abarca mucho más y “abre la puerta a que se pueda privatizar, hacer contrataciones directas, reducir servicios y, por supuesto, también prorrogar in aeternum las concesiones de los ferrocarriles de carga, que en gran medida tuvieron que ver con la degradación de todas las vías en el interior del país”. En otras palabras, darle poder absoluto al Gobierno para hacer y deshacer a gusto.
Una puerta abierta a la privatización
En simultáneo, si bien en la Ley Bases la oposición festejó como un logro que las empresas Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino, y RTA queden afuera de la lista a privatizar, sí permaneció vigente la posibilidad de concesión o privatización de todo lo que tenga que ver con los ferrocarriles.
Al respecto de cuál es la diferencia entre unas empresas y otras, Antenore recordó que “prácticamente en todo el mundo los ferrocarriles son estatales y están subvencionados”, con excepciones puntuales como Japón, y aseguró que en Argentina la defensa del ferrocarril no fue más férrea por una cuestión “más bien de usos y costumbres” o “tradiciones”.
“Quizás el ferrocarril podía mover una cuestión patriótica en nuestros padres y en nuestros abuelos, pero lamentablemente no es así ahora. Aerolíneas Argentinas tiene otra significación, más emotiva, es la embajadora de la patria, y se ha trabajado muchísimo en eso. Lo mismo que YPF, con lo que significa ir a lugares donde ningún otro va. En cambio, el ferrocarril no ha tenido grandes defensores a nivel de estadistas, de políticos, y ni que hablar de los sindicalistas, que están muy callados hoy por hoy y están negociando a ver cómo quedan parados en las próximas privatizaciones, si es que se van a llevar a cabo”, explicó.
Un ajuste que ya impacta en Rosario y en todo el país
El representante de Amigos del Riel aseguró que el sistema ferroviario ya ha comenzado a resentirse a raíz de los recortes, y puso el ejemplo de algo que sucedió este mismo jueves.
“Sin ir más lejos, hoy el tren rosarino, que había salido a las 2.50 de Rosario Norte, quedó varado en la estación Baradero por rotura de la locomotora. En el último mes, al tren diario de Rosario a Retiro que corría con tres coches Pullman, le dejaron uno solo. ¿Por qué? Porque los otros dos se rompieron, no hay repuestos. Lo mismo está pasando con las locomotoras. Están corriendo con locomotoras nacionales, porque las chinas, que se compraron entre 2013 y 2015, casi todas están paradas por distintos desperfectos técnicos y no tienen con qué repararlas”, explicó.
Por otra parte, consultado por cómo es el estado del tren a Cañada de Gómez, Antenore aseguró que “funciona erráticamente” ya que “en algunos casos va bien y en otros la locomotora también falla y el servicio queda cancelado”. Sin embargo, destacó que el mismo “está teniendo mucha aceptación de pasajeros, sobre todo por la diferencia de precio que es respecto del transporte automotor, que en este caso está asolado por el monopolio de Rosario Bus, al igual que en toda la región, y los servicios que se están prestando realmente son de una calidad lamentable y carísimos”.