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El presidente electo, Alberto Fernández, celebró que se haya "rescatado con vida" al ex presidente de Bolivia, Evo Morales, quien se exilió en México, y cuestionó en duros términos la postura de los Estados Unidos en relación al conflicto, al señalar que el país gobernado por Donald Trump "volvió a las peores épocas de avalar golpes de Estado en América Latina".

Fernández reveló además que presentó una queja ante el gobierno de los Estados Unidos, a través de una conversación telefónica que mantuvo el lunes con funcionarios del Departamento de Estado norteamericano.

"Gracias a Dios hemos rescatado con vida a Evo, a Linera (ex vicepresidente) y a una serie de funcionarios", dijo Fernández este martes en diálogo con radio Diez, en el que destacó la "generosidad" de los presidentes de Paraguay, Mario Abdo Benitez, y de México, Andrés Manuel López Obrador, quien finalmente le concedió asilo político y le ofreció también la condición de refugiado.

"Tuvimos serias dificultades para garantizar la seguridad de Evo, de Linera y sus ministros", admitió Fernández, quien contó que el domingo habló con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y con el canciller de ese país, Josep Borrell Fontelles, quien "emitió un comunicado muy duro pidiendo salvaguardar la vida de Evo".

Por otro lado, Fernández dijo no compartir el comunicado de los Estados Unidos emitido ayer, en el que el presidente Trump consideró a la forzada salida del presidente de Bolivia como "un momento importante para la democracia en el hemisferio occidental", y como una advertencia para los "regímenes ilegítimos de Venezuela y Nicaragua".

"Estados Unidos aplaude al pueblo boliviano por exigir libertad y al ejército boliviano por acatar su juramento de proteger no solo a una persona, sino a la Constitución boliviana", dijo Trump el lunes.

"No comparto el comunicado de EE.UU. No hay ningún ejército victorioso", se quejó el mandatario electo argentino, y añadió: "Estados Unidos volvió a las peores épocas de avalar golpes de Estado en América latina"".

Reveló también que ayer se comunicó con funcionarios del Departamento de Estado de los Estados Unidos: "Les hice saber que fue muy poco feliz el comunicado", dijo Fernández.

"Quiero tener la mejor relación con Estados Unidos, y eso supone poder decirnos las cosas francamente. Lo que ha pasado no está bien. Ha sido lisa y llanamente un golpe de Estado. No se pude disfrazar de otra cosa", manifestó.

También volvió a cuestionar la postura del gobierno argentino, expresada a través del canciller Jorge Faurie: "Dijo 'dejemos que los bolivianos solucionen sus problemas', pero no advierten lo mismo con Venezuela. Yo no sé qué necesita Faurie para reconocer un golpe de Estado", indicó Fernández.

En tanto, celebró que la Unión Cívica Radical (UCR) haya definido lo que ocurrió en Bolivia como un golpe de Estado: "No hablaría bien de ellos" que no lo hubieran señalado, consideró Fernández.

Por último, señaló que espera que Bolivia "recupere la democracia rápidamente, que haya elecciones libres sin proscripciones", y que "el mundo condene la locura de Santa Cruz (departamento boliviano), con este personaje (Luis Fernando) Camacho, que es muy peligroso, y -más allá de la ideología-, la violencia que desata es increíble".