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El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, calificó este miércoles de "idiotas útiles" e “imbéciles” a los cientos de miles de personas que protestan contra los recortes al presupuesto educativo y la reforma jubilatoria en todo el país, y culpó a las administraciones anteriores por la situación económica.

"La mayor parte de los que se manifiestan son militantes, no saben ni la fórmula del agua, son unos idiotas útiles, unos imbéciles, masa de maniobra de una minoría que domina muchas universidades federales", dijo Bolsonaro en Dallas, Estados Unidos, antes de reunirse con el ex mandatario George W. Bush.

El presidente, en diálogo con los enviados brasileños, sostuvo que cuando asumió tomó un país "destruido económicamente".

"Tomamos un país con recaudación baja y si no hago recortes choco contra la ley de responsabilidad fiscal, entonces no hay otra forma, no quiero ajustar pero también la educación deja mucho que desear tras los 13 años de gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT)", dijo Bolsonaro.

El ex capitán paracaidista del Ejército dijo que "70% de los adolescentes de 15 años no sabe una regla de tres simple" y se preguntó "cuál es el futuro de estas personas".

Manifestaciones convocadas por docentes, que realizaron un inédito paro en todos los niveles que se cumplió en la red pública y privada, repudiaron a Bolsonaro y a su ministro de Educación, el economista Abraham Weintraub.

Weintraub fue interpelado hoy por la Cámara de Diputados, donde la oposición gritaba "renuncia, renuncia", mientras el ministro puso como ejemplo a "Europa y Chile, que dan prioridad a la educación inicial y técnica".

"Es lo que fue prometido en la campaña, reforzar la educación inicial", afirmó el ministro mientras miles de personas se manifestaban en Brasilia, en la Explanada de los Ministerios.

Bolsonaro se encuentra en Dallas para recibir un premio que otorga la Cámara de Comercio Brasil-Estados Unidos, ceremonia que se iba a realizar en Nueva York pero fue cancelada porque el Museo de Historia Natural y un hotel rechazaron recibir al dirigente de la extrema derecha brasileña.