El socialismo de España perdió las elecciones locales
El Partido Popular se impuso en los comicios municipales y de regiones autónomas, en la previa de la elección general de gobierno. Duro mensaje para el presidente Pedro Sánchez
El Partido Socialista Español (PSOE) recibió una derrota electoral en los comicios municipales de este domingo, a manos del opositor Partido Popular, que en general le aventajó por 3,3 puntos. Y en la elección de representantes de comunidades autónomas, el socialismo gobernante perdió casi todas las regiones en disputa. Un duro mensaje a la gestion del presidente Pedro Sánchez en comicios que fueron la antesala de los generales que se celebrarán dentro de seis meses y en los que, según encuestas, el oficialismo podría caer derrotado por la oposición de derecha.
Con casi 99% de los votos escrutados, los 'populares' sumaban 6,9 millones de votos (31,53%) frente a los socialistas, que obtenían 6,2 millones (28,14%), según la agencia de noticias AFP.
Unas 35,5 millones de personas estaban habilitados para votar en alguno de los miles de centros de votación, a fin de renovar las autoridades de los municipios y de los parlamentos, y por tanto de los gobiernos, de 12 de las 17 regiones del país.
El PP obtenía su primera victoria en unas elecciones municipales desde 2015 y el PSOE perdía 15 de las 22 capitales de provincia en las que gobierna, según la agencia Europa Press.
El principal partido de oposición gobernaría seis de las ocho grandes capitales: Madrid, Málaga, Murcia, Sevilla, Valencia y Zaragoza.
En las tres primeras contará con mayoría absoluta donde los populares no necesitan de los ultraderechistas de Vox, aunque podrían verse forzados a negociar con el partido de Santiago Abascal en algún caso para sacar adelante los presupuestos u otras decisiones municipales.
En la capital, el alcalde madrileño José Luis Martínez Almeida se convierte en el más votado, pasando de los 15 concejales de 2019 a 29 en 2023 (el 44% de los votos), y Más Madrid, fuerza fundada por Manuela Carmena, deja en el camino hasta 7 concejales, se queda en 12 y deja de ser la lista más votada, mientras que Ciudadanos pierde todos los concejales.
El PP tiene garantizada la alcaldía de Valencia donde ha sido la primera fuerza política. Mientras que suma más concejales que los partidos de izquierdas en Zaragoza.
También podría quedarse con municipios como Valladolid, Toledo, Castellón, Logroño y Segovia, pero allí necesitarían de Vox.
En tanto, en Barcelona la izquierda podría ser desplazada, porque Ada Colau quedó en tercera posición y los socialistas catalanes del PSC, en segunda, detrás del candidato de Junts, Xavier Trías (11 concejales).
Sin embargo, un posible pacto de PSC (10), Barcelona En Comú (9) de Colau y los cinco de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) podría dar la alcaldía a la izquierda. En la ciudad balnearia el PP y Vox juntos llegan a 6 escaños.
Los socialistas pierden también en Cádiz, donde a última hora el recuento de votos dio la mayoría al PP, y sufren un castigo importante en Castilla y León al perder la alcaldía de Valladolid, Segovia y Burgos, capitales de provincia en las que son superados por la suma de populares y los de Abascal.
La derrota también es severa en Castilla La Mancha, donde controlaban cuatro de las cinco capitales, pero se quedarán solo con una.
Los únicos resultados positivos para los socialistas los arroja Cataluña, donde -más allá del caso abierto de Barcelona- logra ser primera fuerza en Tarragona, Lérida y Gerona, ciudades en las que no gobernaba y en las que podría hacerse con el bastón de mando.
En Galicia, podrán seguir gobernando en La Coruña y Lugo gracias a los pactos, aunque el PP logra ser primera fuerza en ambas. El PSOE vuelve a ganar en Vigo.
En cuanto a las 12 elecciones regionales que renovaban su Parlamento, 10 estaban dirigidas por los socialistas, ya sea directamente o en coalición.
Con más del 70% del escrutinio, los socialistas pierden prácticamente todas las comunidades autonómicas y tan solo mantienen el Principado de Asturias, donde están obligados a alcanzar un acuerdo con Podemos e Izquierda Unida de Asturias (IU).
El PP vuelve a ser la lista más votada en Comunidad Valenciana, Baleares, Aragón, La Rioja y Cantabria, donde podrá gobernar si alcanza pactos con Vox, y además mantiene los Ejecutivos de Madrid, con mayoría absoluta, y Murcia.
Mientras están a la espera de los resultados definitivos de Castilla-La Mancha y Extremadura.
Los socialistas también podría revalidar Navarra, pero necesitaría otros apoyos.
En Castilla-La Mancha y Extremadura, la gobernabilidad está en un solo escaño, por lo que ambos territorios están a la espera del final del escrutinio.
Previo a los comicios, analistas afirmaban que si la coalición del Gobierno superaba las expectativas y logra mantener el control de la mayoría de las regiones, esto indicaría que las próximas generales serán muy reñidas y será un buen augurio para sus posibilidades de mantenerse en el poder.
Sin embargo, como pronosticaban las encuestas, se produjo un giro a la derecha, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, podría "aprovechar este impulso" para llegar al poder en las elecciones.
Presidente -jefe del Gobierno- desde 2018, Sánchez, del partido socialista PSOE, llega a esta prueba electoral con desventajas: el desgaste del poder, así como la alta inflación - si bien menor que en la mayoría de los países europeos - y la caída del poder adquisitivo resultante.
El presidente del Gobierno emitió su voto en un colegio de Madrid, la capital, y luego pidió a la ciudadanía votar en "positivo" porque "más fuerte será la democracia y mejor será para las instituciones", dijo.
Núñez Feijóo sufragó en otra escuela de Madrid, llamó a votar "masivamente" y dijo que a España le esperan "años complejos, años difíciles", pero que cuanto más gobiernos fuertes tenga el país, más rápido saldrá "de los problemas económicos, institucionales y sociales que tenemos".
La imagen del Gobierno ha sufrido por los reiterados enfrentamientos entre el PSOE y su socio de coalición, el partido de izquierda Podemos.
Núñez Feijóo ha buscado presentar las elecciones como un plebiscito sobre Sánchez, a quien acusa de estar subordinado tanto a la izquierda como a partidos independentistas del País Vasco y Cataluña, que suelen apoyar al gobierno para aprobar sus reformas.
De su lado, Sánchez hizo campaña sacando pecho del balance de su gobierno, sobre todo en materia económica o en la lucha contra la sequía y la gestión del agua, un tema cada vez más central en España, país europeo en primera línea frente al cambio climático.
El número de regiones que el PP consiga arrebatar a los socialistas determinará si Núñez Feijóo puede afirmar que ha ganado esta primera vuelta electoral y su triunfo a finales de año es inevitable.
El principal problema para el líder de la derecha es que probablemente necesite a la extrema derecha de Vox, tercera fuerza en el Parlamento nacional, para formar gobierno en algunas regiones, e incluso a nivel nacional en las generales.
El PP ya gobierna con Vox en la región rural de Castilla y León desde el año pasado, pero periódicamente se ve avergonzado por las posturas adoptadas por su aliado ultranacionalista, sobre todo en materia de aborto.