Histórico encuentro entre las dos coreas
El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, se comprometieron este viernes en cooperar para establecer una "paz permanente" en la península, y a abrir conversaciones con Estados Unidos para firmar un tratado de paz definitivo que sustituya al armisticio.
"El Norte y el Sur cooperarán activamente para establecer un sistema de paz permanente y estable en la península coreana", señaló la declaración conjunta firmada por ambas autoridades, al término de la histórica cumbre celebrada este viernes en la frontera militarizada.
Las dos Coreas "declaran el final de los 65 años transcurridos desde el armisticio" y apuestan por sustituir éste por "un tratado de paz", reza el texto, en alusión a la situación de enfrentamiento técnico en la que permanecen ambos países y EEUU desde el conflicto que afectó a la península.
Norte y Sur concluyeron la Guerra de Corea el 27 de julio de 1953 con un armisticio firmado por el Ejército norcoreano, China y Estados Unidos en representación del comando de las Naciones Unidas, y que nunca fue reemplazado por un tratado de paz definitivo.
"No habrá más guerra en la península. Con esta declaración abrimos una nueva era", dijo el presidente surcoreano en un discurso junto a Kim Jong-un al término de la cumbre.
"Trabajaremos juntos para lograr la paz permanente, y para eso hemos adoptado esta declaración", afirmó por su parte Kim, en la primera ocasión en que un líder norcoreano realiza una alocución junto a otro del Sur tras una cumbre intercoreana.
En tanto, destacó que "el mundo les observa", y afirmó que lo acordado hoy permitirá "evitar que se repitan los errores del pasado", además de destacar que Norte y Sur "son un mismo pueblo" y "no deben volver a enfrentarse" sino "avanzar juntos hacia la unificación".
También, Kim Jong-un y Moon Jae-in, participaron en una simbólica ceremonia al plantar un árbol en el marco de la histórica cumbre que celebran en la frontera entre los dos países.
Ambos plantaron y regaron un pino (considerado una suerte de árbol nacional en los dos países) y desvelaron una placa conmemorativa en la que se grabaron las firmas de los dos mandatarios y en la que se lee: "Estamos plantando paz y prosperidad".
"Espero que como este árbol, nuestra relación se mantenga siempre verde, incluso en invierno", dijo el líder norcoreano tras concluir la ceremonia.
La actividad se desarrolló en el reencuentro después de tomar un descanso para almorzar, cuando concluyeron la sesión matinal de la cumbre que celebran en la frontera, lo que hicieron por separado en distintos lados de dicha demarcación, informó EFE.
El pino germinó en 1953, año en el que se firmó el alto el fuego entre los dos países, las palas empleadas se han hecho con madera de un árbol típico del Norte y con acero sureño y la tierra para abonar el árbol procede de los volcanes Halla y Paektu, los picos más altos y venerados a cada lado de la frontera.
El árbol fue plantado además junto a un camino que en su día utilizó el fundador del grupo Hyundai, Chung Ju-yong (norcoreano de nacimiento), para visitar hace veinte años su pueblo natal y donar mil reses a Corea del Norte cuando el país trataba de superar la durísima hambruna de los noventa.
Tras la ceremonia, ambos líderes han dado un corto paseo por un puente peatonal que hay en la frontera entre ambos países y se sentaron a charlar durante varios minutos en un ambiente muy íntimo.
A continuación tienen previsto volver a Peace House, un edificio ubicado en el lado sur de la zona de seguridad conjunta, para iniciar la segunda y última ronda conversaciones que versan sobre mejora de lazos, un posible tratado de paz intercoreano y el posible fin del programa nuclear norcoreano y al término de las cuales se emitirá una esperada declaración conjunta.