"No nos van a ganar las mafias", dicen en la escuela baleada el domingo
En el corazón de barrio Saladillo funciona una de las instituciones que fue atacada a balazos este fin de semana. Un secundario de Educación Técnica que cumplió hace poco 60 años, especializado en Informática. Prometen no bajar los brazos y seguir enseñando.
Hace más de un siglo, la costa del arroyo Saladillo era el balneario al que iban los rosarinos más acomodados. Muchos de ellos, construyeron inclusive sus lujosas viviendas en las cuadras cercanas a su desembocadura. Hoy, esas mansiones son el recuerdo de un pasado que fue. En un sur de la ciudad que fue cambiando su composición de clase con la llegada de los frigoríficos, para convertirse en barrio obrero. Es aquí, en este rincón rosarino lleno de historia, donde funciona la "Crisol", escuela técnica que cumplió 60 años de vida en este 2021. Pero la escuela fue noticia este domingo por haber sido blanco de una andanada de tiros contra su fachada. Con los disparos, dejaron un mensaje escrito que decía: "O se comunican con las mafias, o siguen las balaceras".
Unas horas después, con la reapertura de las aulas tras el feriado del lunes, el móvil de la Sí 98.9 se acercó a la institución. "No nos van a ganar. Venimos acá todos los días para que los chicos aprendan un oficio, para darles una herramienta desde la educación que sirva para la inclusión, para conseguir el día de mañana un trabajo. Hace sesenta años que esta escuela se dedica a eso y en este barrio con tantas necesidades, no vamos a dejar de hacerlo", afirmó Rubén, el profesor de Informática.
La intimidación mafiosa
La inédita balacera del domingo por la madrugada fue una ráfaga de ocho disparos que rompió el silencio y la quietud del barrio. En el mismo fin de semana, alguien también prodigó balazos a la escuela "Santa Isabel de Hungría", en Cafferata al 4000. Y antes habían atacado de similar varias estaciones de servicio. En este contexto, los fiscales que investigan los ataques, presumen la decisión de grupos violentos de instalar la zozobra y el miedo, para influir en el clima electoral.
Pasados los comicios, también el feriado, los chicos en "Crisol" volvieron a clases. "Vino un 20 por ciento del alumnado. Lamentablemente, muchas familias prefirieron no mandar a sus hijos. Algunos nos dijeron que preferían que sus hijos pierdan un día de clase, pero no la vida", señala la vicedirectora de la institución, Marita Landa. Y enseguida agrega: "Es duro, pero el miedo no puede vencernos".
En la esquina de la escuela, frente a un colorido mural frente al que posan la vice y otras profes para la foto ("Mejor la imagen ahí, llena de colores, no la de los orificios de las balas en la puerta", piden) hay un móvil de la Policía Comunitaria. Es parte del refuerzo de seguridad que dispuso el gobierno provincial para las instituciones educativas que fueron atacadas.
La gravedad de la situación vivida motivó la visita del titular de Amsafé Rosario, Gustavo Teres, y más tarde, del titular de la Delegación VI del Ministerio de Educación de la provincia, profesor Osvaldo Biaggiotti, llegó hasta aquí para dialogar con el plantel directivo. Y a RosarioPlus le dijo: "En nuestra formación docente, no nos prepararon para estas cosas. Pero acá estamos. Dialogando con la comunidad, que está asustada. Lo importante es que se determinó seguir adelante y no ceder ante la extorsión".
La importancia de aprender un oficio
El pasado glamoroso del Saladillo, había quedado atrás cuando los sectores de altos ingresos se empezaron a ir hacia el norte a la zona de Alberdi. Acá, en el sur, se fueron quedando los trabajadores, vinculados a la producción industrial. En los '90, cuando muchas de esas fábricas fueron cerrando, la desocupación se hizo moneda corriente.
Hoy, con muchas complicaciones, se intenta revertir ese escenario en el país, propiciando un modelo de desarrollo industrial y la recuperación de un paisaje con chimeneas humeantes y ropa de overol. Para ello, la formación de las nuevas generaciones en oficios, es clave. De allí la importancia de tener en barrios que fueron obreros, instituciones como la "Crisol". Como lo explicó Rubén, el profe de Informática: "Quisieron dejarnos como mensaje que este es un lugar inseguro. Lo que queremos transmitir y cuidar es justamente lo contrario, que esto es la escuela, es un espacio donde los chicos están cuidados y vienen a construir su futuro".