El juicio por el homicidio de Carlos Bocacha Orellano llega al fin de su primera semana. Se espera que las audiencias duren unos meses, en los que desfilarán por el Centro de Justicia Penal los distintos testigos que tiene la causa, además de peritos que intervinieron en las autopsias y otros actores que citará cada una de las partes. En este marco, la novedad judicial la aportó la inspección ocular que se hizo este jueves en los muelles de La Fluvial y en el salón en el que funcionó el boliche Sr Ming River House hasta aquel fatídico febrero de 2020. De acuerdo a lo asegurado por el abogado de la querella, de esta recorrida surgió un dato que podría complicar la situación de uno de los acusados.

Por el caso hay dos patovicas y dos policías imputados: unos eran personal de seguridad del salón bailable y otros habían sido contratados como adicionales. De acuerdo a lo aportado por testigos en la investigación del fiscal Patricio Saldutti, todos intervinieron en la acción violenta que empezó sacando a Bocacha de Sr Ming y terminó con el pibe muerto en el río. 

Alegatos y escena del crimen 

Según anticipó el funcionario del MPA en su alegato de apertura del miércoles, en los tres años que lleva la causa se pudieron recolectar cuatro versiones de los que vieron los hechos esa noche que coinciden en su relato. “Cada uno lo vio desde un punto de vista distinto y no se conocían entre ellos, lo que torna más valioso el aporte para entender qué pasó”, dijo Saldutti. Uno de los testigos, por ejemplo, estaba pescando bajo un árbol a la orilla del Paraná. Otro, estaba bajo una de las escaleras de Sr Ming.      

Como parte del proceso judicial, el fiscal propuso que el Tribunal se traslade hacia la zona de La Fluvial, para conocer in situ cada rincón de lo que había sido el boliche que cerró tras la tragedia; también que los jueces puedan ver con sus propios ojos si lo contado por los testigos coincidía con el lugar en el que cada uno se encontraba. 

Este procedimiento -inhabitual para juicios de este tipo que suelen manejarse con imágenes fijas o capturas de GPS- se concretó el jueves 13 al mediodía. Rodeados de medidas de seguridad, los tres jueces, más el fiscal, los abogados de ambas partes, los acusados y familiares de Orellano, recorrieron otra vez el lugar del homicidio. Y allí fue donde el policía Gabriel Nicolozzi, que cumplía labores como adicional en Sr Ming, se pisó en su relato, lo que podría complicar más su situación. 

Familiares y amigos de Bocacha esperan que se haga justicia.
Familiares y amigos de Bocacha esperan que se haga justicia.

El impacto procesal 

Salvador Vera, abogado de la familia Orellano, lo explicó así: “Es una nueva declaración que hace Nicolozzi, que se suma a las declaraciones previas y difiere en varias cosas que él mismo dijo. Es una sexta versión suya de los hechos, que fue cambiando desde el primer momento. Ahora cambió al lugar donde cayó Bocacha y habló también de un supuesto consejo que le da a Carlitos, de que ‘era grande, que se fuera a dormir’. Esto no lo había manifestado las veces anteriores en las que decidió hablar. Nosotros entendemos que esto va a complicar su situación procesal”. 

Para la pareja de policías acusados, el fiscal pide 19 años de prisión. Y para los patovicas, 17. Todos están acusados como coautores de un homicidio, pero lo que agrava el pedido de pena para los uniformados es el incumplimiento de deberes de funcionario público, por haber mentido en las actas iniciales y no denunciar inmediatamente lo sucedido al 911. Orellano cayó al río tras la acción violenta de los acusados a las 4 am del 24 de febrero de 2020. 

“El primer aviso telefónico que da Nicolozzi es a las 5,14 y desviando la atención, porque pide Brigada Motorizada por una pelea de dos chicos que estaba por iniciarse, sin contar nada del joven que había terminado en el río. Es su compañera Karina Gómez, que también había intervenido en la escena, la primera que en el 911 informa sobre una ‘presunta caída’ de alguien al agua. Y nada más. Eso lo hace a las 5.36”, explicó Saldutti en el alegato de inicio, con datos preciso de cada comunicación que se hizo esa madrugada. 

El boliche al que fue Orellano la noche del homicidio.
El boliche al que fue Orellano la noche del homicidio.

Cómo sigue el juicio

Jorge Bedouret, abogado de los patovicas, había hablado con los medios de prensa en la jornada de apertura, antes de ingresar a la audiencia. Y había sugerido que Bocacha se había caído solo al río porque había tomado mucho alcohol y "venía de un mal día". Salvador Vera, que defiende a la familia Orellano, desacreditó lo dicho por su colega. E insistió con que había testigos que iban a ratificar la teoría de Fiscalía. 

Este viernes, en la tercera jornada de audiencias, brindaron su testimonio amigos del joven asesinado, que contaron cómo fue la jornada previa a la salida a bailar y qué habían compartido esa noche con él, antes del trágico desenlace. “Carlitos esa tarde había ido al Caribe Canalla y ninguna de las cosas que dijo ese abogado son ciertas. Genera mucha bronca escucharlo, queriendo culpar a la víctima y prácticamente queriendo instalar que mi hijo se suicidó porque estaba mal”, le dijo el padre de la víctima, Edgardo Orellano, a RosarioPlus.

Para la próxima semana se espera la presencia de los testigos que citó Fiscalía, las personas que vieron a Bocacha en sus últimos minutos con vida y cuando cayó al agua. También darán testimonio en sede judicial las personas que encontraron el cuerpo de Orellano, dos días después de haber desaparecido. Hacia mediados de junio, se conocerá la sentencia. 

Bocacha Orellano, el pibe que murió en febrero de 2020.
Bocacha Orellano, el pibe que murió en febrero de 2020.