Asesinaron en la casa de un juez a Ema Pimpi, condenado por el ataque a Bonfatti
Uno de los condenados por el atentado al ex gobernador Antonio Bonfatti de 2013 murió este jueves temprano, bajo una lluvia de balas que le prodigaron sicarios en la casa donde cumplía prisión domiciliaria. Junto a él murió otro joven. El doble crimen estremeció la tranquilidad en la madrugada del coqueto barrio La Florida. Es que el detenido asesinado cumplía allí prisión domiciliaria. Y le alquilaba la vivienda, una coqueta construcción de dos plantas, a un juez miembro de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial.
Hacia las 5 de la mañana los asesinos llegaron hasta una casa de Pago Largo al 600 (a la altura de Rondeau al 3600) y la emprendieron a mazazos contra la puerta principal. Así irrumpieron y sorprendieron a balazos a Emanuel "Ema Pimpi" Sandoval y a un amigo, identificado como Alan Sánchez. Trascendió que la casa donde ocurrió el ataque, en Pago Largo y Agüero, pertenece a Oscar Puccinelli, vocal de la Sala II en la Cámara de Apelaciones del fuero Civil y Comercial, de la Justicia provincial. El magistrado, al parecer, alquilaba esa vivienda a través de una inmobiliaria a un hombre identificado como Matías L.. La casa al momento del ataque era ocupada por Sandoval y sus amigos.
Desde Tribunales se indicó que el magistrado le cedió hace tiempo la administración de la casa a una inmobiliaria y no tiene contacto ni conocimiento de quienes han sido los inquilinos.
Sandoval estaba condenado desde diciembre de 2015 a tres años y medio de prisión como autor intelectual del atentado a balazos contra la vivienda de Antonio Bonfatti, en octubre de 2013, cuando era gobernador. En aquel ataque las balas pasaron cerca de donde estaba el ex mandatario y su esposa. Entonces aceptó un proceso abreviado en el que se declaró culpable y asumió la condena como instigador. Pasó por las cárceles de Coronda y Piñero, y a principios de 2016 fue enviado a prisión domiciliaria para recuperar la libertad poco después. El año pasado volvieron a detenerlo, involucrado en un intento de homicidio, por lo que fue devuelto a prisión, pero bajo la modalidad de cumplirla en un domicilio. Al parecer, eligió la casa del camarista que alquiló.
Tenía una tobillera electrónica debido a su régimen de prisión domiciliaria. Eso logró luego de que en 2013 sufriera quemaduras por una rebelión de presos en la Alcaidía de Jefatura, donde murieron tres detenidos incinerados. Uno de estos fue Miguel "Japo" Saboldi, conocido por el caso de la "narcochacra" de Alvear.
A Sandoval lo llevaron malherido por cuatro disparos al hospital Alberdi, donde murió poco antes de las 8. Alguna versión aseguró que fue el propio Sandoval el que condujo su auto hasta el centro médico y llegó como pudo.
Ema Pimpi, que había sido condenado ya en 2007 por portación de armas, se lo vinculaba en su momento con una traficante de drogas del barrio Parque Casas, la Tata Medina, y también con Esteban Alvarado, hoy detenido por el secuestro y asesinato del prestamista Lucio Maldonado.
La balacera también dejó a otros dos jóvenes baleados, aunque vivos: Rocío, de 22 años, y Gastón, de 20, quienes fueron derivados al Heca.