La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, arribó este jueves a Rosario para firmar un convenio con la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas (Capym) y poner en marcha medidas de seguridad en los complejos portuarios locales, algo inexistente hasta ahora. Se propone combatir el ingreso y egreso de drogas por estos canales, algo que el gobierno provincial reclamó en sus últimas reuniones con la administración nacional.

Esta acción se traduce en un nuevo encuentro entre la funcionaria y el gobernador Miguel Lifschitz en temas de seguridad, tras haber firmado el convenio para el arribo de refuerzos de tropas federales y la lucha contra la criminalidad organizada. El viernes último Bullrich arribó a la ciudad para conformar el primer Comité estratégico que comanda con Lifschitz.

Esta acta de cooperación, que se firmará al mediodía en Terminal Puerto Rosario (TPR), involucra a unos 30 puertos privados del Gran Rosario que pretenden colaborar en la coordinación de los controles de los buques. Se trata del polo aceitero y de crushing más grande del país, que junto a los puertos multimodales componen el complejo portuario más grande del país.

Hace pocos días, en una reunión con legisladores nacionales, el gobernador Lifschitz se refirió al control portuario: "Para nosotros el tema de los puertos es clave, es importante la presencia de las fuerzas federales en el territorio es importante pero el control de los puertos es estratégico y de las rutas nacionales, porque nosotros tenemos que ponerle freno a la droga que entra en la provincia de Santa Fe, porque es mucho más difícil atacar la distribución en los barrios por eso necesitamos frenarla en los puntos de ingreso". 

Los puertos de la región tienen salida ultramar y se nutren de barcos de bandera de todo el mundo. Hubo varios casos de carga de drogas en la región que tuvieron conexiones con Europa y también con África, resonantes con vínculos portuarios locales. Por ejemplo Carbón Blanco, que traficó 1051 kilos de cocaína en tres cargamentos de carbón vegetal rumbo a España y a Portugal, con conexiones en puertos de Villa Gobernador Gálvez y Rosario.

Además, el año pasado se detectó en un depósito fiscal de Rosario un cargamento de arroz que contenía 40 kilos de cocaína. Lo curioso es que la droga estaba impregnada en los granos, es decir, mediante un proceso complejo de cristalización. El mismo tenía destino a África, y se trataba de una prueba piloto.