Caso Argüelles: la pista de un quinto sicario y el truco de las manos limpias
Tras la revelación de que la mujer que integraba el grupo es novia de un gatillero de la banda detenido en Piñero, surge una nueva: el asesino se habría bajado del auto después del crimen para desviar la atención de la Policía y que se entreguen sus acompañantes, sin rastro de pólvora en las manos.
La muerte de Carlos Argüelles, el testigo del caso Alvarado que fue asesinado este lunes en su taller mecánico, sacudió la escena provincial a pocos días de las elecciones. La víctima había sido parte de la misma banda sospechada del asesinato hasta que decidió abrirse para brindar datos a la Justicia sobre el funcionamiento de la organización. Y había zafado de tres atentados contra su vida en el último año y medio. Fue visitado por un grupo de personas en su taller mecánico en el barrio Tablada en un VW Fox rojo, del que según varios testigos se bajaron para asesinarlo delante de su familia.
Minutos después, la persecución policial dio con el auto y con sus cuatro integrantes, que se entregaron a los efectivos sin ofrecer resistencia. No tenían armas, pero sí una bomba Molotov -que algunas fuentes especularon se pensaba utilizar para incendiar el auto-. Eran tres hombres y una mujer, Aldana Victoria P. (27 años), que fuentes del Ministerio de Seguridad signaron como la novia de un gatillero del clan, detenido en la cárcel de Piñero. Por eso los primeros indicios apuntaron al mensaje mafioso para aquellos que quieran "sacar los pies del plato".
Pero además, este miércoles, surge una nueva e intrigante pista: en la comitiva habría existido una quinta persona, responsable de los disparos a Argüelles. La sospecha es que luego de cometido el crimen, se bajó del Fox para desviar la atención de la policía y que se entreguen sus acompañantes, junto con el auto y sin rastro de pólvora en las manos.
"Quien asesinó a Argüelles debía tener mucha experiencia, por la forma en que le metió los dos tiros en la cabeza", confió una fuente de la investigación a Rosarioplus.com. De confirmarse la existencia de esta quinta persona, se revelaría un alto grado de profesionalismo de los criminales y se echaría por tierra una parte del mérito de la persecución policial. Es que en rigor, el asesino todavía estaría prófugo. Y los cuatro detenidos -inclusive teniendo antecedentes menores más alguna vinculación demostrable con el clan Alvarado- deberían quedar libres por "perejiles".
En la conferencia de prensa que brindaron este miércoles al mediodía en la Sede de Gobernación el titular de la Casa Gris, junto al intendente Javkin, los jefes de las fuerzas de seguridad provinciales y federales, más un funcionario nacional vinculado al tema, se habló del éxito en la persecución por el crimen de Argüelles: "En 35 minutos, la policía capturó a los cuatro principales sospechosos y secuestró al automóvil. Hay líneas de investigación que nos llevan a la persona de Alvarado", señaló el ministro Jorge Lagna.
Habrá que ver cuánto de todo esto se confirma en las próximas horas. Para este jueves se preveía la realización de la audiencia con los cuatro detenidos. Antes, debería estar el resultado del test para saber si habían disparado algún arma antes de ser agarrados por la policía. Otro dato relevante es saber de dónde habían sacado el VW Fox, que no tiene pedido de captura pero sobre el cual fue pedida una verificación de motor.
Si el dermotest da negativo, se empezaría a verificar la especie. "Ya estamos trabajando con esa hipótesis, reconstruyendo toda la escena a través de cámaras de seguridad de la zona, para ver si es cierto que una persona más estuvo en la escena del crimen y se bajó del auto después del asesinato", reveló el investigador a este medio.
Y por si hicieran falta sumar elementos que parecen extraídos de una buena novela policial, la misma fuente confirmó que el Fox que sirvió para ejecutar al testigo clave en el juicio a Alvarado, había sido protagonista de una balacera 48 horas antes: en la zona sudoeste, en Palpa y Cafferatta, habían disparado diez veces contra un domicilio a las 5.30 am. El hecho circuló por redes sociales, pero no fue título catástrofe en la prensa nacional, como sí pasó con Argüelles. Es que en esa oportunidad, desde el VW rojo, la única víctima del atentado había sido un perro, que resultó herido.