La trágica muerte del niño Facundo Gorga, el 2 de enero de 2024 en una pileta del Jockey Club de Rosario, sumó esta semana dos imputados más y ahora suman cinco personas. Aunque los padres de la víctima esperan que la Justicia también vaya por directivos de la entidad.

La fiscal Mariela Oliva, de la Agencia de Siniestralidad Vial y Delitos Culposos imputó a dos intendentes del country. Uno de ellos, Juan Carlos Díaz, como coautor de homicidio culposo.

La Fiscalía le atribuye responsabilidad atento no haber cumplido con sus obligaciones, entre ellas: no haber verificado medidas de seguridad en la pileta La Dulce, específicamente la existencia del caño de acero colocado en el ducto de succión de agua. Voceros de Fiscalía explicaron que esa circunstancia “ocasionó el fallecimiento de Facundo Gorga. La responsabilidad del imputado se ve reflejada en que su trabajo, por ser contratado como Intendente Country del Jockey Club Rosario, turno tarde, el cual se encuentra regido por el reglamento interno de la institución donde figura como responsable de la coordinación y funcionamiento operativo del country, de la mantención de las instalaciones”. Asimismo, Oliva le endilgó a Díaz la responsabilidad en la ejecución de las tareas y acciones para el correcto funcionamiento de las actividades y áreas bajo su responsabilidad.

Esta imputación aconteció este miércoles, y en la semana previa había sido imputado Ramiro Martínez, también como coautor de homicidio culposo.

La fiscal le atribuyó las mismas responsabilidades que a Díaz, ya que él era el intendente en el turno mañana. 

Por otra parte, el patrocinio legal de los padres del niño ahogado esperan que la Justicia también acuse por homicidio culposo al presidente del club, Charles Roberts; al vicepresidente, Diego Cripovich; al secretario general, Carlos María Félix Linari Micheletti; al tesorero, Luciano Walter Magri, y también al vocal Jorge Sánchez Almeyra en su condición de presidente del Country. Aseguran que estos directivos estaban al tanto de las condiciones en las que funcionaba la pileta La Dulce, y el riesgo que ello conllevaba.

La tarde del 2 de enero de 2024 Facundo Gorga, de 10 años, perdió la vida en ese natatorio del club situado en Eva Perón y Wilde, de Fisherton. Sus piernas fueron succionadas por un ducto del sistema de filtrado que tenía una potencia mucho mayor a la permitida, y no contaba con rejilla de protección. Aunque un montón de adultos intentaron sacarlo recién fue posible cuando alguien logró apagar la bomba. Eso ocurrió muchos minutos después de que Facu quedara atrapado bajo el agua. "Nuestro hijo murió en esa pileta. No fue un accidente, fue un homicidio. Una muerte anunciada y prevenible porque muchos de los máximos responsables del club sabían lo que pasaba y nunca hicieron nada", lamentaron sus padres, María José Chena y Gabriel Gorga. "No hace falta que diga que antes del 2 de enero (de 2024) nosotros teníamos una vida. Ahora no sé, yo soy una sombra, me levanto y no sé qué hacer", dijo Gabriel en el primer aniversario de la muerte de su hijo.