Se develó el desencadenante de la trágica embestida ocurrida el martes a la noche en Wheelright y Roca, contra una familia cordobesa de la que resultaron fallecidas una mujer y su hija adolescente: fue una pelea al paso, por cuestiones de tránsito, entre el conductor del Peugeot 206 y un motociclista que se alejó de la escena y todavía está sin identificar.

El detalle salió a la luz este viernes en el Centro de Justicia Penal, durante la audiencia imputativa en la que Agustín López Gagliasso, de 20 años, quedó formalmente acusado de homicidio simple con dolo eventual y agravantes, y quedó en prisión preventiva. La pena que le espera, en caso de llegar a sentencia positiva, sería de 8 a 25 años de cárcel.

Las fiscales Mariana Prunotto y Valeria Piazza Iglesias relataron que el martes, poco después de las 21, López Gagliasso venía al volante de su auto desde zona sur (él reside en Villa Gobernador Gálvez), acompañado de una chica, Giovanna R., testigo que declaró en la instrucción el caso. Y agregaron que al llegar al túnel Presidente Illia, que une la avenida costera por debajo del Parque España, López Gagliasso mantuvo un altercado con un motociclista que circulaba a la par. 

Por el incidente, hubo maniobras temerarias de su parte, sobrepasos abruptos a otros vehículos y una aceleración hasta los 120 kilómetros horarios, velocidad extrema (el doble de la permitida) a la salida del túnel. Con esa inercia atropelló a Tania Gandolfi (41), y a Agustina García (17), a quienes les causó la muerte. Y también al esposo de Gandolfi, Diego García y la hija menor de ambos, Victoria (6), que se recupera hospitalizada ya en la ciudad de Córdoba, de donde son oriundos.

Uno de los testigos que aportó información para la audiencia reparó indignado en que al ser increpado por quienes se acercaron hasta la tragedia, López Gagliasso respondió: "¡Mirá cómo me quedó el auto!".

Las fiscales narraron la escena que culminó con el auto estrellado contra una columna y el semáforo, y el espanto de quienes presenciaron cómo se destrozaba esa familia que había llegado ese mismo día a pasear a Rosario. La imputación sostiene que López Gagliasso actuó con dolo eventual, es decir, con una intencionalidad que tuvo en cuenta el daño posible que causaría, y sin embargo no se arredró. 

A 120 km/h, por una arteria muy transitada a esa hora, en el área central de la ciudad, junto a un parque poblado de transeúntes, son detalles que abonan la gravedad de la acusación penal.

La chica que acompañaba a López Gagliasso, Giovanna R., de 20 años también, aclaró que ellos no son novios, que él la llevaba en ese momento a su casa y que todo se desencadenó en el interior del túnel. El motociclista desconocido lo sobrepasó, López lo insultó y aceleró para perseguirlo. Hubo sobrepasos temerarios, en zig zag a otros vehículos, todo dentro del túnel, y así llegó al fatal desenlace.

Un momento muy triste de la audiencia llegó cuando las fiscales leyeron las declaraciones primeras de Diego García, viudo de Tania y padre de las nenas. Contó que tiene una empresa pyme, en la que su esposa también trabajaba, y que ahora no le queda nada. “Destruyó mi familia, mi fuente laboral para mantener a mi hija, porque ahora ella necesitará toda mi atención. Quiero que esta persona quede detenida, que cumpla la pena máxima. Yo no puedo solo con todo. Es un asesino al volante y usó el auto como un arma, no le importó nada”, declaró el hombre, deshecho de dolor.