Merienda en un bar céntrico, la previa del crimen de las hermanas en Cabín 9
Los dos detenidos hasta ahora quedaron imputados y en prisión preventiva como coautores del asesinato de Marianela y Estefanía Gorosito. El fiscal reveló las horas previas al macabro desenlace que se conoció el miércoles en un basural al límite con Pérez. Hay al menos otro asesino prófugo.
Los dos detenidos por el crimen de las hermanas Marianela y Estefanía Gorosito –cuyos cuerpos aparecieron el miércoles en un basural de Cabín 9– quedaron imputados y en prisión preventiva este viernes, por un cúmulo de delitos punibles con prisión perpetua: femicidio en concurso ideal con homicidio críminis causa, calificado por concurso de premeditado de personas, robo calificado, portación arma ilegítima de guerra, y falsa denuncia para uno de los imputados, el dueño del auto utilizado para cometer los asesinatos.
La jueza María Trinidad Chiabrera convalidó la acusación del fiscal Patricio Saldutti. Asimismo, trascendió cómo fueron los momentos previos al desenlace criminal de la vida de estas mujeres de 25 y 28 años, que residían en México al 2000, barrio Villa Urquiza.
Las hermanas Gorosito estaban tomando una merienda el martes pasado por la tarde en un bar de bulevar Oroño y Salta. Todavía no se sabe en qué circunstancias, de allí pasaron a un vehículo, acaso el Citröen C3 secuestrado, donde acabaron asesinadas, y luego sus cadáveres desechados en el basural.
Eso se supo a partir del impacto de las antenas de telefonía celular en el caso de la línea móvil de una de las víctimas. Y por detalles que no trascendieron, que comprobaron que ambas estuvieron en aquel bar céntrico en sus últimas horas de libertad.
La misma noche de los crímenes, Gendarmería detuvo en un control de rutina un Citröen C3, con manchas de sangre en la alfombra trasera, el asiento trasero ausente, y el orificio de un balazo en el interior del habitáculo. El fiscal cree entonces como posible que las mujeres hayan sido secuestradas y asesinadas en el mismo auto.
La autopsia determinó que Marianela tenía 8 impactos de bala en su cuerpo, 2 de ellos en la cabeza. Su hermana, Estefanía, recibió 4 disparos, también 2 de ellos en el cráneo.
Saldutti concibió su acusación como "muerte violenta en un contexto de violencia de género de relieve, por la atrocidad con la que fue cometida, y por la forma y lugar de descarte de las víctimas". No obstante, asumió que todavía no sabe a ciencia cierta por qué motivo fueron asesinadas.
RosarioPlus.com publicó ayer datos de la pesquisa que vinculan a las Gorosito con el narcomenudeo en zona oeste, una deuda de 1 millón de pesos por drogas, y relaciones con un convicto detenido el penal de Piñero, integrante del clan Los Monos.
"Los dos detenidos no son los únicos que participaron del hecho y estamos investigando. No tenemos certeza sobre el móvil del hecho. Sí las desapoderaron de pertenencias, llaves, celulares, alhajas de oro halladas en el vehículo donde también había manchas de sangre. La familia reconoció las alhajas", dijo Saldutti.
Uno de los imputados es William L., de 18 años, detenido esa noche en el secuestro del auto por parte de Gendarmería. Había otro con él, pero escapó a la carrera. Sería Lucas C., a quien la policía buscó en vano en su domicilio de Iriondo al 3100.
El otro imputado es Damián R., de 30 años, dueño del Citröen. Pretendió denunciar que se lo habían robado esa misma noche, luego de olvidar la llave puesta frente a la casa de su novia, en Melián al 6100, barrio La Granada. "Para esta Fiscalía eso es increíble, tenemos elementos y por eso lo imputamos como coautor del hecho", dijo Saldutti.