Secuestraron el celular de una presa de alto perfil ligada a “Chucky Monedita”
El Ministerio de Seguridad santafesino informó que personal del Servicio Penitenciario halló el teléfono en un control en la Subunidad 1 del Complejo Penitenciario Rosario, perteneciente a una mujer imputada por la violenta saga de crímenes contra trabajadores.
Personal del Servicio Penitenciario secuestró un celular perteneciente a Macarena Muñoz, una presa de alto perfil conectada a Alejandro “Chucky Monedita” Núñez e imputada como una de las organizadores de la violenta saga de crímenes contra trabajadores que sufrió Rosario.
El hallazgo se dio en el marco de un control cruzado en la Subunidad 1 del Complejo Penitenciario Rosario, en la celda individual de Muñoz, estrechamente vinculada a Brenda Pared, pareja de “Chucky Monedita”, líder narco que cumple condena en la cárcel de Piñero.
Macarena Muñoz es una de las personas imputadas por los ataques de la primera quincena de marzo que terminaron con el asesinato de cuatro trabajadores, siendo señalada como una de las organizadoras de los ataques y recibiendo órdenes directas de Pared y de Núñez.
Actualmente, se encuentra detenida en la Unidad Nº5, en un sector de alto perfil, aislada y sin visitas, por lo que debido al hallazgo se inició sumario y se pasará a disponibilidad a la persona responsable de haberle facilitado el aparato a la reclusa.
En esa línea, desde el Ministerio de Justicia y Seguridad destacaron el valor de este tipo de controles, donde además de los reclusos también se pone la lupa sobe los empleados del Servicio Penitenciario.
“Este tipo de controles cruzados nos permite poder monitorear el comportamiento de los empleados penitenciarios. Si bien la enorme mayoría cumplen con sus tareas de la mejor manera, existen este tipo de personas que ensucian el uniforme penitenciario y eso lo vamos a combatir siempre”, dijo el ministro de Justicia y Seguridad provincial, Pablo Cococcioni.
El fiscal Patricio Saldutti le atribuyó en audiencia a Muñoz haber sido partícipe fundamental en el asesinato del taxista Héctor Figueroa, siendo quien convocó a los sicarios que llevarían adelante el crimen, dándoles instrucciones, el arma y la nota amenazante que debían dejar, y una vez cometido el hecho pagándoles 300 mil pesos a cada uno.