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En la segunda jornada del juicio a Luis Marcelo Escobar por el delito de abuso sexual contra 18 mujeres en Rosario y San Nicolás, una testigo cuya identidad se reserva declaró que fue abusada sexualmente por el acusado hace dos años, cuando era menor de edad.

La testigo fue la única de las víctimas que optó por declarar con la presencia en la sala del acusado, mientras que otras 11 decidieron "por miedo", según la fiscal Carla Cerliani, hacerlo sin la presencia del agresor, y otras cinco lo harán en cámara Gesell por ser menores de edad.

La joven de 18 años aseguró que comenzó a perder el miedo cuando supo que estaba preso, y destacó mientras el acusado mantenía su mirada al piso: "Quise venir a verle la cara porque creo que eso me dará la fuerza que necesito para volver a contar lo que me hizo".

La fiscal había solicitado al tribunal que lo condene a 50 años de prisión efectiva, la pena máxima para estos delitos. El acusado, que conducía un programa radial y regenteaba una productora artística, se hacía pasar por policía de una unidad antidrogas para consumar sus ataques sexuales.

Según narró la testigo ante el tribunal integrado por los jueces María Isabel Mas Varela, Irma Bilotta y Mariano Alliau, ella fue abusada el 8 de octubre de 2014 alrededor de las 16.30, luego de bajarse de un colectivo en la calle Paraná y Córdoba, en Rosario.

Cuando fue atacada tenía 16 años fue interceptada por el agresor que se identificó como policía de la División Drogas Peligrosas y que la abordó diciéndole: "Ey flaca, estamos buscando a una chica por drogas de tus similares características y vestida como vos".

Relató que, con ese ardid, la hizo subir a un auto color azul con vidrios polarizados con el pretexto de que la llevaría a la comisaría para identificarla y que, en todo momento, el hombre simulaba hablar por handy "como los que usan los policías" y que, al subir al auto, observó que "tenía un revólver que se lo cargó en la cintura".

Creyendo que era realmente policía, la adolescente le pidió que primero pasara por donde trabajaba su padre para que la acompañara, a lo que el agresor le dijo que sí, pero en cambio tomó otra dirección y terminó en una zona de bosques cerca de un arroyo -en la periferia de Rosario- y allí, bajo amenaza con arma de fuego, abusó sexualmente de ella.

Con voz entrecortada, al borde del llanto, la testigo recordó que en todo momento le decía que no: “Mil veces le dije no, que no lo haga".

Asimismo, su padre que también brindó su testimonio este viernes, dijo que cuando ella llegó a su trabajo "desesperada, llorando" y le contó que había sido "violada", lo primero que decía era: "No fue mi culpa", recordó. Al pedir justicia, el hombre contó que su hija “hasta el día de hoy está bloqueada, por ejemplo no puede escuchar la palabra abuso y creo que al declarar ante su agresor le servirá para tratar de hacer una vida normal”.

Más testimonios

Otra de las víctimas que declaró este viernes pero sin la presencia del acusado en la sala, dijo que desde que le ocurrió el abuso, cuando tenía 19 años se le "quebraron" sus sueños.

"Yo quería ser enfermera o docente, cursaba el quinto año cuando me pasó eso, no lo conté en la escuela, no quería que nadie lo supiera, no quería salir y no pude terminar el secundario pese al apoyo de mi familia que, en principio, me llevaban y me traían No puede, tenía miedo de salir. No pude seguir con los estudios", lamentó.

El hecho relatado por la testigo ocurrió el 28 de mayo de 2014, alrededor de las 20.30, cuando fue sorprendida por el hombre que dijo ser policía y la obligó a subir a un auto azul con el que la trasladó a un descampado y la violó.

El agresor fue detenido en el 2016 cuando una de sus víctimas de 14 años logró sacarle una foto con su celular a la patente del auto en el que se movilizaba el agresor y desde entonces está alojado en la cárcel de Coronda.