Una leve crecida del Paraná mejora las condiciones del río
Desde el Instituto Nacional del Agua aseguran que este repunte tiene relación con las intensas lluvias en el sur de Brasil que provocaron la crecida de los ríos Iguazú y Uruguay. Sin embargo, se lo considera un fenómeno momentáneo que mejora la situación, pero no es el cese definitivo de la sequía.
Existe desde este lunes un repunte coyuntural en la cuenca del río Paraná que ya se observa en la costa de Rosario. En los últimos diez días, el río creció 88 centímetros y este miércoles al mediodía la medición en Rosario llegó 1,47 metros, de acuerdo a los registros de Prefectura Naval Argentina. Estos números, sin embargo, se establecen todavía como aguas baja.
Desde el Instituto Nacional del Agua (INA) sostienen que esta tendencia se verá a partir del 25 de octubre y podría alcanzar los 2,88 metros en la ciudad de Santa Fe, situación que se vería reflejada unos días después en Rosario, donde el repunte se notará menos, y se espera que la crecida no supere los 2 metros.
Para el INA se registra un escenario con niveles próximos a aguas medias en las próximas semanas y se espera que luego comience a descender. También aclaran que las condiciones son mejores que las observadas en 2020 y 2021, pero este contexto todavía no permite instituir un límite temporal del escenario de aguas bajas predominantes que comenzó en marzo del 2020. Probablemente, este repunte sea coyuntural y luego el río vuelva a bajar.
Por su parte, el subgerente de Alerta Hidrológico de esta institución, Juan Borús, señaló a Rosarioplus.com que en esta situación existe un contraste ya que la tendencia climática indica que hasta finales de diciembre predominen las lluvias por debajo de los valores normales en la zona mesopotámica, lo que sugiere que esta situación de sequía no terminaría ahora y que durante el verano exista una situación adicional de este grave flagelo climático.
Borús explicó que la crecida se debe a un repunte de lluvias en la zona de Brasil que mejora dentro de la Cuenca del Plata la cota del río Uruguay, uno de sus afluentes más relevantes del Paraná, que a la vez también se ve beneficiado por un aporte del río Iguazú que desde la segunda semana de septiembre tuvo una recepción de lluvias muy interesantes.
“Se está definiendo el pico hacia Cataratas y estaría en el orden de los 18 mil m3 por segundo, cuando en una crecida norma es en 5 mil que estaría culminando esta noche”, informó Borús. Ya desde horas de la mañana, desde el Parque Nacional Iguazú se puso en conocimiento la posibilidad de evacuar y cerrar el circuito de la Garganta del Diablo, debido a la importante crecida, lo que ocurrió en horas de la tarde. También así, otras comunas misioneras emitieron alertas, como en El Soberbio, donde el agua que suelta la usina de Chapecó impacta de lleno.
En tanto, Pablo Lucero, especialista en clima, coincidió con Borús y explicó que si el río alcanza en la ciudad de Santa Fe los 2,80 metros a finales de octubre lo más probable es que sea un pico puntual y que no lo mantenga porque las previsiones de lluvia “no son las mejores” para los próximos meses en la cuenca alta del río y también en Corrientes, Misiones y el sur de Brasil.
“Hasta fin de año se espera que el río oscile en niveles más altos que en los últimos dos años, pero todavía no en alturas normales. Quizás en febrero o marzo del año que viene se pueda dar esa tendencia, pero hay que esperar algunos meses para confirmarlo”, aclaró Lucero.
Por otra parte, Borús dijo que Rosario “se trata de una zona muy sensible, especialmente a lo que pase en aguas bajas en el Delta del Paraná, que suelen incrementarse ante la presencia de una sudestada”. En tanto, los números registrados este miércoles “están un metro por debajo del límite convencional de aguas bajas (2.40 metros)” y todo lo que pasa hoy en Iguazú “puede acercar ese límite y fugazmente estar en aguas medias”.
Esta caudal de agua que pasa por el Paraná está formada por el agua de las zonas donde hoy está lloviendo, por lo tanto esta situación “no mejora a los ríos y arroyos internos del Paraná o sus afluentes, tal es el caso del río Salado, que se verán beneficiados si llueve en dicha zona (franja media del Litoral), situación que los datos climatológicos no establecen para los siguientes meses”.
Por último, el especialista aseguró que “debemos adecuarnos a los cambios bruscos en materia de agua ya que hoy se establecen situaciones impredecibles. “La tendencia climática de todos los modelos venía mostrando lluvias normales en las zonas donde se dieron lluvias fuertes, sin embargo se dio todo lo contrario, situación por la cual hay que ir con pies de plomo y en el corto plazo”, adujo el hombre del INA.