__tadevel:head__

El siniestro vial en el cual un hombre de 40 años que conducía un utilitario murió tras ser embestido por un joven que circulaba a gran velocidad en San Martín y Garibaldi tiene una característica similar en cuanto a la expectativa de pena con otro episodio fatal que resonó fuerte en la opinión pública de Rosario.

Se trata del fatal accidente en el que el mecánico Juan Carlos Schmit atropelló a Damián Orgaz, un cadete de 26 años, en barrio Belgrano, cuando manejaba un Audi a una velocidad promedio de 107 kilómetros por hora al momento del impacto.

Lo que los une es la figura delictiva solicitada por la fiscal Valeria Piazza Iglesias, casualmente la misma funcionaria para las dos causas. Frente al juez solicitó para Gastón Abraham Duglovitzky la figura de homicidio simple con dolo eventual que prevé una pena de hasta 10 años de prisión efectiva. Estos casos podrían sentar precedentes en materia de siniestros viales.

No es usual sumar el agravamente de dolo eventual al homicidio culposo como ha solicitado la fiscal, sino generalmente se atribuye la culpa temeraria. La diferencia según explicó Piazza Iglesias es muy fina pero determinante en cuanto a la pena.

“En la culpa temeraria el conductor se “representa un resultado y confía en que no va a pasar”, es decir, que sabe que puede ocurrir un accidente grave pero entiende que no va a suceder. En cambio, en el agravante de dolo eventual, también entiende que puede suceder un accidente al manejar a esa velocidad pero igualmente “no le importa el resultado”, mucho más grave que el perfil culposo que es cometido con negligencia.

Esto último es lo que entiende que sucedió con el imputado. “Se suma el alarde. Por redes más de una vez dijo amo el olor a caucho, amo la velocidad. Hay una conducta habitual. Quiero rescatar la frase de la jueza al dictar la sentencia cuando dijo que tuvo un superlativo desprecio por la vida”, expresó.

“El auto a veces también se usa como un arma. Si tránsito a 180 kilómetros por hora por avenida San Martín, encima me filmo, conduzco con una mano, y estoy metros y metros sin mirar, ¿no me estaría representando que puedo matar a alguien y no me importa?, la respuesta es sí”, explicó la fiscal en LT8.

Caso del cadete

La Cámara de Apelaciones de Rosario resolvió por unanimidad elevar la pena de prisión efectiva de 5 a 9 años a Juan Carlos Schmitt, el mecánico de barrio Belgrano que en marzo del 2016 atropelló y mató al cadete Damián Orgaz cuando circulaba a más de cien kilómetros horarios a bordo de un Audi TT por la diagonal Río Negro. Los jueces entendieron que se trató de un homicidio simple con dolo eventual.

Schmitt había sido condenado a fines de agosto de 2017 como autor material de homicidio culposo lo que generó mucha polémica y tensión en la audiencia. El criterio del tribunal asumió que Schmitt cometió homicidio por negligencia, por lo que lo condenaron a 5 años de prisión y a diez años de inhabilitación para conducir vehículos. La fiscalía había pedido diez años de prisión.