Merenderos y comedores de los barrios populares de la ciudad no dan abasto para cubrir la demanda diaria. Prácticamente sin ayuda del Estado -en ninguno de sus niveles-, intentan subsistir con donaciones para no dejar sin comida o copa de leche a los cientos de rosarinos que día tras día tocan sus puertas para pedir ayuda. Advierten que el escenario es complicado y cada vez hay más familias que se acercan. 

“La situación en el barrio está complicada, cada vez se suma más gente por falta de empleo y a los que tienen tampoco les alcanza”, contó Vanina Otero, encargada de Manos Unidas (Barrio Tablada), uno de los espacios que recibió las donaciones logradas en la jornada solidaria que llevó adelante Sí 98.9 en el marco del 20 de junio, Día de la Bandera. El comedor abre todos los viernes a las 7 y asiste entre 60 y 70 familias.

“El viernes pasado no pudimos cocinar por falta de insumos. Recibimos 40 mil pesos mensuales por parte de la Municipalidad pero eso no nos alcanza para cocinar. Se va corriendo la bolilla de que acá funciona un comedor y se acercan cada vez mas familias con sus tuppers y desde otros barrios. Todos los viernes viene gente nueva, entre tres y cuatro familias”, agregó.

“Viene mucha gente que vive en la calle porque se ha quedado sin vivienda o familias que han vuelto a las casas de sus padres, entonces hay asentamientos de tres o cuatro familias en el mismo lugar”, contó Vanina y detalló que, a diferencia de lo que sucedía en otras épocas cuando la mayoría de las personas que se acercaban eran mujeres, hoy “asombra” la cantidad de hombres que llegan al comedor para pedir algún tipo de ayuda.

“Lo que cocinamos no nos alcanza, entonces sacamos de nuestros tuppers que preparamos para nuestras familias. Le pedimos al intendente que se acerque a los barrios mas vulnerables. No es solamente entregar la comida, ayudamos a mujeres en situación de violencia, escuchamos y damos apoyo en todo lo que podemos”, cerró Otero.

Mismo escenario atraviesa el comedor “Unidos por la igualdad” que funciona en el barrio El Cañaveral. “Tenemos una lista de 100 personas a las que asistimos diariamente con la copa de pero hoy vienen entre 200 y 300 personas. No es solo gente del Cañaveral sino que ahora se suman de La Lagunita y de barrios aledaños”, señaló en Sí 98.9 Nelson, encargado del comedor que también recibió donaciones de abrigo y alimentos no perecederos.

Además, explicó que “antes, los vecinos que cobraban un sueldo en blanco venían y donaban azúcar, yerba o facturas, mientras que hoy vienen a pedir una colaboración”. Por último, Nelson subrayó que “Unidos por la igualdad” ofrece talleres y cursos, además de la copa de leche, y que no recibe ningún tipo de ayuda económica por parte del Estado.

Del Instagram de s.u.m.unidos