POR GABRIELA SOSA (*) 

Sofía fue encontrada asesinada en un camino rural, descartada como una bolsa de basura. En simultáneo, Argentina fue el único país que en la ONU votó en contra de incrementar los esfuerzos para terminar con la violencia hacia las mujeres y las niñas.

20 años tenía Sofía, durante 15 días cartelitos caseros exigían en las calles su aparición con vida; la familia y quienes nos comprometemos contra la violencia machista pedimos celeridad y mayores recursos para la búsqueda. Hoy todxs queremos Justicia y tenemos bronca, mucha bronca, mezclada con el dolor y la angustia por el presente y el futuro de las mujeres, niñas y adolescentes argentinas.  

195 femicidios en el país desde el 1ro de enero al 30 de Octubre de 2024, asesinadas por golpes, armas blancas, de fuego, asfixiadas, quemadas; seguramente muchas de ellas con más recursos del Estado en la detección, asistencia, acompañamiento, acceso a la justicia, seguirían con vida.

Milei y su vice anunciaron en campaña sus propuestas, fueron claros en negar tanto la tortura, los asesinatos y desaparición de personas por razones políticas como la violencia por motivos de género sobre mujeres y lgbtiq+ que en su modalidad más extrema terminan en femicidios, trans-travesticidios, lesbicidios. Lo advertimos, era necesario frenar con un Estado presente en serio, el avance de estos monstruos.

Milei y su gobierno niegan y odian, como todas las derechas del mundo. No sólo, en lo concreto, desmantelando políticas que apuntaban, aún con todos sus límites, a la prevención y la asistencia de las violencias; sino que la promoción de la discriminación y el odio de género son parte esencial de su caja de herramientas en la batalla por adueñarse de lo simbólico y lo cultural. El voto en la ONU es coherente con esto.

Milei arrastra al Estado argentino a la vergüenza; descarta la Constitución como bolsa de basura; golpea a cada una de nosotras; su odio, el odio, nos mata, como mató a Sofía.

(*)  Directora Ejecutiva de Mumalá Nacional