Las vecinales de Rosario piden por el tarifazo de Aguas Santafesinas
Reclaman por el alto impacto del aumento tarifario y las deficiencias del servicio de agua potable en los barrios. Se presentarán este miércoles en la sede de la empresa.
Los incrementos de tarifas en servicios públicos disparan la reacción en la comunidad que padece dicho impacto en su economía doméstica. Y en ese marco, ahora son las asociaciones vecinales de Rosario las que saltan en queja y ponen de relieve que la presión tarifaria resulta asfixiante en los barrios populares.
Germán Gago, coordinador de la Casa del Vecinalista –entidad que agrupa a unas 50 de las 90 vecinales que funcionan en la ciudad– informó que este miércoles a las 11 ese espacio se presentará en la sede rosarina de Aguas Santafesinas SA para solicitar que la empresa revise la política tarifaria y optimice un servicio que en muchos barrios resulta deficiente.
“Estamos teniendo reclamos reiterados sobre dos problemas: tarifas muy altas que no se corresponden con ningún aumento de jubilaciones ni de sueldos. Además, esos incrementos recaen también sobre nuestras vecinales, que son asociaciones civiles sin fines de lucro. A este ritmo, tarde o temprano terminaremos por no poder pagar el servicio. No alcanza, no tenemos más recursos. El otro problema es que hay zonas donde la presión de la red es casi nula”, expuso el dirigente vecinal de barrio Tablada.
Como ya se percibe en las últimas semanas con la emisión de la nueva facturación de Assa, los usuarios se sorprenden con el salto providencial del precio del servicio. Aumentos de hasta 450% y una tarifa bimestral en promedio que no baja de 30.000 pesos.
“Tenemos reclamos por situaciones realmente insostenibles en lo económico. Un vecino de la otra cuadra, jubilado con la mínima, tiene que pagar una boleta de 90.000 pesos. Pidió que le instalen un medidor para no pagar tanto, porque solo vive él y su hijo, pero no tuvo respuesta todavía”, expuso.
Gago señaló que en este sistema de cálculo de tarifa por superficie muchas propiedades de barrios periféricos caen en una situación injusta: inmuebles amplios pero con muy escaso consumo, terminan abonando un monto excesivo.
“Esto ya pasó, y sucede cada vez que hay una desestructuración de las empresas del Estado o las mixtas. Assa en su momento fue francesa y a Rosario no le rindió nada positivo. Los cambios deben ser para bien, no para mal. Y no vemos la diferencia en cuanto al servicio brindado. Se han subido a un caballo sin pensar que van en contra de la gente”, cuestionó.
Gago y otros dirigentes se presentarán en la sede de Assa, Salta 1470, con la expectativa de tener diálogo con autoridades de la empresa.