Malestar universitario: un regreso a la presencialidad sin colectivos
La ciudad vuelve a su ritmo de actividad tras la campaña de vacunación, pero estudiantes, docentes y trabajadores del sector privado se las tienen que arreglar para llegar a sus destinos sin colectivos, que nunca retomaron su traza y frecuencia de prepandemia. El municipio no responde y dice que "se evalúa la situación".
La irrupción de la pandemia y el consecuente confinamiento modificó el trazado del transporte urbano y sus frecuencias en cada línea. Sin embargo, el retorno a la presencialidad de varios sectores (casi todos) muestra la necesidad de, al menos, recuperar el ritmo del servicio, ya deficitario antes del covid. Desde el municipio, por el momento, no hay respuesta concreta para este reclamo.
La Federación Universitaria de Rosario elevó esta semana el malestar que hay en la comunidad de estudiantes de la ciudad, acaso un sector que demanda el servicio de manera intensiva. Primero hubo un comunicado y ante la falta de respuesta avanzaron este martes con un ruidazo en la puerta del Comedor Universitario, en reclamo por la vuelta de las líneas de colectivos que llegaban al predio de La Siberia, y ya no llegan. Aún sin respuestas, este jueves se movilizaron hasta el Palacio de los Leones para hacer escuchar su reclamo.
Es que a pesar del regreso a la presencialidad en la universidad, los estudiantes denuncian que la falta de colectivos dificulta la asistencia presencial para poder cursar. De hecho, las cátedras de horarios nocturnos, a partir de las 19 horas, no han retomado la presencialidad por este motivo y los estudiantes siguen cursando de manera virtual lo que sus pares de otros turnos ya hacen de manera presencial.
La situación que afecta a los estudiantes universitarios no es ajena a los de niveles medios. Son unas 200 las escuelas que funcionan en horario nocturno, es decir, a partir de las 18, y que ven alterado su regreso a la presencialidad por la falta de colectivos.
Un caso es la E.E.T. 656 "Juana Elena Blanco", situada en el macro centro de la ciudad, en Pasco 453, y, aún así, sin la frecuencia de colectivos a la que estaba habituada. De las 20 líneas que llegaban a la institución, solo quedan 13 y con recorridos modificados que obligan a los estudiantes a caminar durante la noche, cerca de las 22, hasta diez cuadras para poder volver a casa. "Lo que estamos haciendo es chequear la llegada de colectivos y en función de eso cortamos la clase y los preceptores acompañan a los estudiantes a la parada", comentó Marisel Flores, directora de la institución.
"Muchos de los estudiantes que tenemos son del barrio, pero otros vienen de zona oeste y de la zona norte de la ciudad. Así que los preceptores se dividen y acompañan a algunos estudiantes a una parada y otros a la otra", reveló.
Servicio en retirada
El Observatorio Social de Transporte realizó un estudio con la conclusión de que hay 150 colectivos menos que en 2019 y que se evidencian situaciones límite en la modificación de la frecuencia, como el caso "de la línea 125 con 2 horas 44 minutos y el extremo de la línea 146 Roja que alcanzó 6 horas 19 minutos" entre una unidad y la siguiente.
En este sentido manifestaron que "ante el ritmo que está tomando la recuperación de las actividades cotidianas, resulta imperioso restablecer el diagrama normal de servicios previo a la pandemia, tanto más necesario dada la necesidad de evitar el apiñamiento de pasajeros a bordo de las unidades para reducir al máximo la posibilidad de diseminación de nuevas cepas covid de mayor virulencia".
RosarioPlus intentó en vano obtener la posición de la Secretaría de Movilidad municipal. Solo se expresó que no habrá declaraciones al respecto por el momento, y aseguraron que se encuentran "evaluando la situación".