El sindicato Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) acordó con el Gobierno una recomposición salarial para los empleados públicos nacionales del 1,5% para enero y 1,2% para febrero.

Como sucedió en ocasiones anteriores, la paritaria fue firmada por el sindicato mayoritario del sector, UPCN, y fue rechazada por ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), que anticipó que seguirá protestando "en la calle".

Además, el acuerdo establece una suba para aquellos sectores que reciben una remuneración en concepto de presentismo, pasando de $30.000 a $50.000, en el marco de un período paritario que comenzó en junio y se extiende hasta el mismo mes del 2025. El acumulado ronda el 16,22%.

El último acuerdo salarial, validado por la conducción de UPCN, fue firmado en octubre pasado y determinó un aumento del 3% para noviembre y diciembre, más el pago de un bono de $30.000.

Cabe recordar que durante el 2024, los aumentos salariales quedaron 44,4% por debajo de la inflación, producto del aumento de 73,3% frente al Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 117,7%. Esta brecha, además, se acentuará en los próximos días cuando se dé a conocer la inflación de enero que se ubicaría alrededor del 2,5%, según un promedio realizado entre las principales consultoras privadas.

El Gobierno recibió este martes en la sede Callao de la Secretaría de Trabajo a los delegados paritarios de UPCN y ATE en la reanudación de la negociación salarial del sector, tras el cuarto intermedio fijado a fin del año pasado ante la falta de acuerdo entre las partes.

ATE ya había anticipado que no aceptarían "la imposición de un techo salarial" y volvió a abrir las puertas a un nuevo escenario de conflicto, que se perfila también por el inminente nuevo mega DNU que presentará el Gobierno que se centrará en el cierre y fusiones de organismos públicos.

"Ante esta situación, el sindicato se declaró en estado de alerta y asamblea permanente en todos los ministerios y convocará a un plenario federal para definir una nueva medida de fuerza este mes", sostuvo ATE en un comunicado difundido tras la firma de la paritaria.

"Se trata de una paritaria que no solo no mejora sino que empeora, que profundiza la crisis de ingresos en el sector público. Sigue siendo usada para disciplinar y condicionar el resto de las negociaciones salariales en el sector público y en distintas actividades privadas. Para lograr el equilibrio fiscal se asaltan los bolsillos de los estatales y de los jubilados", apuntó Aguiar.