El juez federal de La Plata, Ernesto Kreplak, procesó al expolicía apropiador del nieto recuperado 133, hijo de Cristina Navajas, quien continúa desaparecida, y de Julio Santucho. El hombre, cuya identidad se preserva para resguardar la identificación del nieto, se desempeñó en la Policía Bonaerense entre 1956 y 1980 y tuvo como destinos la Unidad Regional de Lanús y la Brigada de Investigaciones de La Plata.

"El expolicía se negó a declarar y fue procesado por apropiación de un menor", precisó una fuente judicial, quien agregó que el hombre "cumple la detención bajo la modalidad de prisión domiciliaria".

Cristina Navajas fue secuestrada embarazada el 13 de julio de 1976 por una patota del Ejército y luego fue vista, según testimonios de sobrevivientes, en los Centros Clandestinos de Detención "Automotores Orletti", "Proto Banco" y "El Pozo de Banfield". En este último centro clandestino de detención, donde funcionaba una "maternidad clandestina", Cristina Navajas fue vista aún embarazada en diciembre de 1976 por varios sobrevivientes.

El bebé de Navajas y Julio Santucho fue apropiado y anotado como hijo propio por el expolicía y una enfermera, el 24 de marzo de 1977.

Desde joven dudó de su identidad y fue su hermana de crianza, 20 años mayor, quien le confesó que no era hijo de quienes decían ser sus padres, momento en que empezó un largo camino de búsqueda de su verdadera identidad y decidió acercarse de manera espontánea a la Asociación de Abuelas de Plaza de Mayo.

Julio Santucho, padre del nieto 133 restituido, dijo que "si lo tenemos es porque él hizo todos los esfuerzos. Era imposible rastrearlo si él no se acercaba y a pesar de las dificultades, él perseveró. Siento que me devolvieron una parte mía".

Desde octubre de 2020, el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata juzga a 15 represores por los crímenes de lesa humanidad cometidos en 3 dependencias policiales que funcionaron como centros clandestinos, entre ellas el Pozo de Banfield, y uno de los casos que se juzga es lo ocurrido con Cristina Navajas, que aún permanece desaparecida.

TÉLAM