Son las 7 de la mañana y arranca un día más en la Sí98.9, en un móvil radial que pretende cubrir lo que pasa en la ciudad durante algunas horas. La dirección pautada para la entrevista es Felipe Moré al 900, en la zona oeste de la ciudad. En el edificio donde antes funcionó la Cocina Centralizada, ahora la Municipalidad puso en funcionamiento un refugio para rosarinos "en situación de calle". 

Son 57 los alojados en estos días de frío. Se les ofrece un dormitorio grande con camas para todos, una comida caliente y un desayuno en el mismo comedor, con un televisor encendido que hace compañía. También la posibilidad de ducharse y ahora además la incorporación del plan de vacunación. De hecho, ahora en la mañana está el secretario de Salud municipal, Leonardo Caruana, supervisando el funcionamiento del vacunatorio por el que pasan cada uno de los habitantes del Refugio, luego de tomar un mate cocido.

El refugio municipal, donde antes funcionaba la Cocina Centralizada.

Son todos hombres, ya que las mujeres que no tienen un domicilio fijo van al hogar que tiene Cáritas en pleno centro. Hasta que termine el invierno, habrá un grupo de personas en Rosario que dispondrán de una cama, una cena y un desayuno. Al día siguiente de cada dormida, a la calle. "Está bueno, de una. Pero capaz estaría mejor si ya que estamos acá organizamos alguna cooperativa o algo, para conseguir algún trabajo estable y no tener que volver el año siguiente acá. Yo hace muchos años que duermo en la calle. Y durante el día changueo limpiando autos o veredas", dice Marcelo, uno de los habitantes temporales del lugar. 

De la Cocina Centralizada hacia el lujo de Puerto Norte

Apenas pasadas las ocho, un mensaje avisó que se estaban realizando allanamientos en un departamento de Forum, uno de los edificios del lujoso complejo de Puerto Norte. Son unas cuarenta cuadras desde el Refugio municipal y el escenario ya es otro. Por acá se ve a algún ejecutivo desayunando en los cafés premium que se fueron instalando en la zona a medida que avanzó la instalación de oficinas en este rincón de la ciudad, donde supo funcionar una de las refinerías de azúcar más grandes del mundo, con puerto propio. Y por eso el barrio se llama así.

Un moderno vehículo de las Tropas de Operaciones Especiales se dispuso sobre la puerta del Forum. Bajan efectivos armados, vestidos como los G I Joe de la década del '80. Mientras se preparan para ingresar al allanamiento, pasan mujeres corriendo con zapatillas traídas de Miami y auriculares inalámbricos. Se las ve seguras, de sí mismas y de transitar por un lugar de Rosario no acostumbrado a balaceras y arrebatos. 

Efectivos de las TOE allanando en Puerto Norte.

A quien buscan acá es a Sebastián Grimaldi, empresario oriundo de Leones pero con domicilio en Rosario, acusado de presuntas estafas contra el Banco Macro y la cerealera multinacional Cofco. Se habla de 25 millones de dólares defolteados por quien este miércoles será imputado: un arrebato, pero de guante blanco.

De Puerto Norte a los Silos de colores

Las 9 de la mañana y la ciudad marca otro destino para la noticia: hace pocas semanas inauguraron un cartel gigante que dice "Rosario" en letras mayúsculas. Está cerca del río y de los Silos Davis, que están pintados de colores desde que funciona allí el Museo de Arte Contemporáneo. La escenografía se completa con dos figuras humanas en hierro que hizo la reconocida artista Marta Minujín.

Es uno de los rincones más turísticos de la ciudad. Y ahora, avisan, acaba de ser arruinado. Es que alguien le prendió fuego al cartel y quedaron los signos del incendio sobre la R y la O, con las que comienza el nombre de la ciudad. Lo cuenta el móvil de la Sí98.9, mientras a su lado dos agentes de Prefectura custodian el cartel. "Peor que acá están en Buenos Aires", dice con tonada correntina uno de los prefectos, en off. "Allá tienen piquete todos los días en el centro, es un desastre", amplía.

Dos prefectos cuidando el cartel de Rosario.

Instantes después, sin profundizar demasiado la discusión con los muchachos de Prefectura, el móvil estaciona frente al Club Mitre, también sobre la costanera pero unos metros hacia el sur. El ascensor de la institución permite bajar hasta un predio a orillas del río, con bancos de hormigón y parrilleros. Una opción bastante económica para hacerse un asado mirando el Paraná, con una vista maravillosa. ¿Pero esta es la noticia? No. El hecho noticiable es que el fin de semana entraron por la noche a la oficina donde guardan la recaudación y se llevaron medio millón de pesos. "El ascensor cuando nos vamos se apaga. La única forma en que pudieron llegar fue en canoa o tirándose por la barranca y caminando en medio de esos pastizales", cuenta uno de los empleados del club, mientras los periodistas esperan al presidente de la institución.  

Del Mitre a la esquina de los bancos

Antes que llegue el titular del Mitre, el móvil debe salir hacia otro punto de la ciudad. A esta hora, están desalojando la denominada "zona de los bancos", donde funciona la casa central Nación, del Municipal, del Galicia y del Nuevo Banco de Santa Fe. A las 9 en punto, llegó una amenaza de bomba para las cuatro entidades financieras y debieron ser desalojadas. 

La Brigada de Explosivos trabajando en la zona de los bancos por varias amenazas de bomba simultáneas.

En la calle, policías, empleados de los bancos y clientes. Todos esperando la respuesta de la Brigada de Explosivos, con la casi seguridad de que no había una bomba, pero la necesidad de evacuar los edificios por las dudas. Y la sensación en el ambiente de que la ciudad se está acostumbrando de a poco a episodios como este: extorsiones, balaceras, homicidios y ahora también amenazas de bomba. En las últimas semanas, algo parecido sucedió varias veces en la Terminal y el Aeropuerto. También suele pasar seguido en el Centro de Justicia Penal, que hace tres meses está vallado, con tanquetas y efectivos armados que piden documentos al ingresar, hasta que termine el juicio contra la banda narcocriminal comandada por Esteban Alvarado. 

Volviendo a lo que pasa en la esquina de San Martín y Santa Fe, ahora la Secretaria General de la Bancaria informa al móvil de la que no había bombas en los bancos, pero que "por suerte pudimos activar rápido el protocolo. Ya pasaron las diez de la mañana y las noticias siguen marcando el ritmo de la ciudad.

Del centro a la zona sudoeste, por un nuevo homicidio

Unos minutos más tarde, los móviles de la radio y la TV se encuentran en una zona rural, casi donde termina Aborígenes Argentinos, una calle que nace en intersección con la Avenida Rouillón, en la zona sudoeste de la ciudad. Basura amontonada, gente caminando por la calle por falta de veredas y ningún comercio, salvo por algún kiosco improvisado en la ventana de una casita. Ese es el panorama antes de cruzar la Circunvalación. 

Una Spin incendiada y el cuerpo de una mujer acribillado, la escena de uno de los dos homicidios de la mañana. El otro fue en Soldini.

Unos metros más allá, al 7100 de Aborígenes, un auto incinerado. Parece ser la clave mafiosa de estos tiempos en la ciudad, que repite más crímenes y autos incendiados que una serie policial de Netflix. Esta vez, una Chevrolet Spin. Y a su lado un cuerpo acribillado. "Es el de una mujer, que tendría unos 25 años y 7 orificios de bala. Presumiblemente estaba embarazada", dice la fiscal Gisela Paolicelli cuando llega al lugar.

A la misma hora, algunos cronistas en las redacciones confunden este homicidio con uno que también se informó en la mañana, pero fue en Soldini.

Del crimen a la toma de tierras

Los móviles policiales terminan su tarea en la búsqueda de pistas del crimen y los periodistas también dejan el lugar. De regreso al centro de la ciudad, a pocas cuadras del auto incendiado y la mujer asesinada, otra noticia urgente: ochenta familias están tomando tierras.

"A la toma la empezamos el domingo, por la necesidad de tener una casa . Estamos anotados en los planes de vivienda, pero nunca salen", se queja uno de los ocupantes. Prendieron fuego los yuyos el fin de semana, desmalezaron y empezaron a marcar con ramas y sogas los lotes para cada familia. Alguno improvisó con bolsas de arpillera un techo, para pasar acá la noche más fría del año.

La toma de tierras que comenzó el domingo y suma más de cien familias. La policía custodia que no llegue más gente

"Estamos esperando la orden de desalojo que debe dar algún fiscal", responden desde Control Urbano a este cronista  cuando se intenta averiguar por la situación legal de esta toma. Mientras se da el diálogo con los medios de los vecinos, más de cien cuando es casi el mediodía, cuatro flamantes Fiat Chronos del Comando Radioeléctrico están apostados en el lugar, sobre la rotonda de Circunvalación y Dr. Maradona. 

Pasaron casi cinco horas de aquel arranque en el Refugio Municipal. Acá hay chicos que se trepan a montañas de basura y madres que arrastran ramas en cochecitos, para armarse una carpa. Desde la Fiscalía, entre tanto, se informa que Grimaldi, el empresario de Puerto Norte, finalmente fue detenido. Postales de una ciudad desigual, por momentos violenta y cada vez más frenética.