Este domingo, María, una médica rosarina, vivió una experiencia desagradable mientras disfrutaba de un día de descanso en el río Paraná. Durante una jornada de altas temperaturas, con alerta amarilla vigente, la profesional sufrió el ataque de una palometa, sumándose a otros incidentes similares que se han registrado en la región.

María relató cómo ocurrieron los hechos. “Estraba en Paso Destilería, cerca de la Isla de los Mástiles, en la zona norte de Rosario”, detalló. Mientras estaba en una embarcación con amigos y se tiraba al agua varias veces sin problemas, decidió quedarse reposando y mojándose los pies. Fue en ese momento cuando sintió una mordedura en el pie derecho, notando que le faltaba un trozo del pulpejo del dedo gordo. “Me lo comió la palometa”, explicó. 

Aunque no sintió dolor inmediato, la herida comenzó a sangrar considerablemente, lo que la alertó. Afortunadamente, la médica tenía conocimientos de primeros auxilios y pudo actuar rápidamente. 

“La primera curación hay que hacerla con agua limpia y jabón. Si la herida es grande, es ideal usar agua oxigenada para arrastrar la suciedad”, detalló María, quien también recomendó el uso de un antiséptico como el Pervinox y la aplicación de gasas para cubrir y comprimir la herida y detener el sangrado. Gracias a su rápida intervención, no hubo complicaciones mayores.

El incidente de María se enmarca en un contexto donde otros bañistas en la ciudad de Santa Fe también han sido atacados por palometas. Frente a estos casos, la profesional resaltó la importancia de contar con un botiquín de primeros auxilios en todo momento cuando se disfruta de actividades acuáticas, especialmente en épocas de altas temperaturas en las que la agresividad de estos peses se hace presente.

Finalmente, María comentó que al regresar a su trabajo el lunes, sus compañeros le informaron sobre otros casos similares en la región, lo que subraya la necesidad de tomar precauciones adicionales al disfrutar del río Paraná durante los días calurosos.