El pibe que cambiaba el calendario del Parque Independencia
Cronología de una semana que empezó mal y terminó peor en torno al destino corrido por Gerardo Escobar, el joven cuya muerte se confirmó tras el hallazgo de su cuerpo en el río. El fin en la plenitud de la edad, y en circunstancias todavía inciertas
Ayer a la tarde nos enteramos de que habían encontrado Gerardo Pichón Escobar. Llevaba una semana desaparecido, después de que sus amigos le perdieran el rastro en La Tienda, el boliche de Tucumán al 1100, en frente de la plaza del Che.
La primera pista que siguieron los investigadores, la semana pasada, fue un dato que acercaron los amigos del Pichón. Los jóvenes dijeron que, de acuerdo a lo que habian podido determinar por un sistema de rastreo GPS casero, la última vez que el celular de Escobar se había conectado con una antena de telefonía lo había hecho en la zona de Vera Mujica y Uruguay. Por eso desde la Secretaría de Gestión del Área de Búsqueda de Paraderos de la Unidad de Investigación y Juicio allanaron tres casas de la zona; entre ellas, la de un patovica de La Tienda que vive cerca y que, además, era la última persona que dijo haberlo visto con vida. En los procedimientos, los investigadores secuestraron chalecos de policía y celulares. De Pichón, ni rastro.
También lo fueron a buscar a la Comisaría 8º de barrio Refinería, porque un llamado anónimo había señalado que en la seccional había un muchacho detenido con características similares a Gerardo. Ahí los pesquisas pasaron revista de todos los detenidos del penal y revisaron los libros de actas. Tampoco encontraron nada
El martes, personal de Policía de Investigaciones rastrilló con perros la zona de La Tienda; tampoco dieron con rastros de Pichón.
El jueves declaró en Fiscalía un chofer de la línea 103 que aseguró haber llevado a Pichón en su coche. Según su testimonio, subió en el centro y cuando se dio cuenta de que el colectivo iba hacia la zona sur se bajó en Paraguay y 27 de Febrero, en principio, con la idea de ir hasta Corrientes a tomar otro bondi de la misma línea, para regresar a la zona desde donde había salido. Por ello, hasta ayer a la noche, la policía estaba revisando cámaras de seguridad, buscando seguir sus pasos.
Ese mismo día, Maximiliano Nicosia, el abogado de La Tienda, entregó al Ministerio Público de la acusación las filmaciones de las cámaras de seguridad del local. En el video se puede ver como sale Pichón del lugar y como el patovica debe salir corriendo detrás de él, en principio porque había algún problema. También consta que el seguridad regresa a su puesto dos minutos después.
Ayer a la tarde, a eso de las 3, unos pibes que estaban pescando en la zona del Bajo y Pellegrini vieron su cuerpo flotando y avisaron a las autoridades. Un rato después llegaron los fiscales y la policía, junto con familiares y compañeros de trabajo de Pichón. Al cuerpo lo llevaron al Instituto Médico Legal y ahí fue reconocido por los Escobar. Tenía puestas las mismas zapatillas con las que había salido aquella noche, y el mismo buzo atado en la cintura. Entre las ropas los pesquisas encontraron mil pesos, una identificación, su celular, unas cadenitas, y un rosario. “Todo parece indicar que Gerardo cayó al río el día que desapareció “, explicó Marisol Fabbro, la fiscal que investiga que fue lo que le pasó a Pichón.
Ayer a la noche se presentaron a declarar en forma espontánea en el Ministerio Público de la Acusación cuatro jóvenes que salieron al mismo tiempo que Gerardo de La Tienda, el día de su desaparición. Los muchachos aseguraron que Pichón estaba extraviado y un poco paranoico.
Según los primeros informes que arrojó la autopsia de Pichón, el cuerpo del muchacho no presentaba signos visibles de violencia.
Habrá que esperar más o menos diez días para que se conozcan los resultados finales.
Por el momento, los investigadores no descartan ninguna hipótesis.
Párrafo aparte se merecen los oportunistas, que ventilan teorías de tintes políticos, sin importarles la historia que hay detrás.
Ojalá la gente que quiso a Pichón pueda empezar pronto a hacer el duelo, sabiendo qué fue lo que le pasó realmente a Gerardo Escobar, el pibe que cambiaba la fecha en el calendario del Parque Independencia.