Joey Dillon es un tenista estadounidense cuya historia de vida dio vuelta al mundo como ejemplo de superación. Tiene 32 años y bajó 90 kilos para cumplir su sueño de llegar a ser jugador profesional, objetivo que alcanzó este año en el que participó de siete torneos oficiales de ITF, pero con ninguna victoria. En total lleva perdidos 84 sets, por lo que ahora se le presenta un nuevo desafío: dejar de caer derrotado por 6-0 y 6-0.

A Dillon no le afectan los encuentros perdidos, porque él ya le ganó una batalla a la vida, bajó de pesó y llegó al circuito mayor de tenis. En pocas palabras, ya cumplió su meta personal y ahora va por más. Durante dos años se sometió a diferentes intervenciones quirúrgicas y tratamientos para poder lograr un cambio radical en su cuerpo, atravesó un bypass gástrico y varias operaciones para remover la piel estirada y el exceso de grasa. Luego, una estricta dieta y exhaustivos controles, le permitieron cumplir el sueño que tenía desde chico de llegar a ser tenista profesional.

Ahora el estadounidense busca optimizar su performance adentro de la cancha y dejar de perder siempre por doble 6-0. Aunque lleva anotados todos los puntos que fue ganando en su corta carrera y considera que cada vez está jugando mejor. Está claro que a sus 32 años no tiene como objetivo ganar un Grand Slam, pero consideró: “Me encantaría ganar aunque sea un game o un gane por set, eso sería perfecto y no parecería tan terrible. Para ganar un partido tendría que tener la suerte de mi vida en el sorteo del cuadro”.

Su pasión por el tenis nació después de que vio jugar a las hermanas Williams, ese fue el impulso que lo sacó de su letargo: "Cuando era más chico, un día estaba viendo las noticias e hicieron mención que Serena venció a Venus y ganó Roland Garros. Yo nunca antes había visto tenis y como soy gemelo pensé que ellas también lo eran, eso me atrajo. Pensé, puedo ser como ellas y así fue como surgió mi ambición por llegar a ser jugador profesional, obviamente estaba consciente que con mi físico de ese momento no a poder lograrlo”.

Cuando Joey estabilizó su peso y entrenó duro, encontró la oportunidad de meterse en este deporte a un nivel superior. Esta es una historia de amor por la vida y el tenis, pero cómo logró ingresar al circuito profesional, sin antes haber tenido puntos en el ranking mundial. “Cualquiera con 65 dólares en su bolsillo puede probar suerte en los torneos de ITF, solo hay que registrase en el sistema IPIN que te permite inscribirte en las competencias del calendario oficial y a partir de ahí presentarse del día de comienzo del torneo como “Alternate”, esperando que algún jugador se baje del cuadro o que no haya los suficientes anotados para completar la tabla de clasificación. No tomo el lugar de nadie, simplemente aprovecho una oportunidad que está ahí”.

“Esta semana jugué mil veces mejor que hace un año, ver esa transformación en mi tenis es emocionante. Todo este proceso me hizo querer mejorar más y tener la oportunidad enfrentarme contra estos jugadores es increíble. Lo bonito del tenis es que no hay techo, todos pueden jugar mejor de lo que han jugado hasta ahora, incluso Novak Djokovic”, concluyó.