Después de largos años, un piloto argentino vuelve a subirse a un coche de Fórmula 1, y por ende, todas las expectativas están puestos allí. Se trata de Franco Colapinto, la revelación de este año en la Fórmula 2, y que fichó para Williams y correrá en la primera práctica libre del GP de Gran Bretaña.

El jefe del equipo, James Vowles, contóal respecto: “El consejo que le di fue que disfrute”, y agregó: “Ha conducido un coche de Fórmula 1 antes, pero fue en una prueba de novato. Esta vez es la primera ocasión en que lo puede hacer frente a 70 millones de personas”.

Además, explicó qué espera el equipo: “Le dije que no estamos viendo específicamente en qué velocidad está haciendo una curva de alta velocidad, sino cómo se construye efectivamente en ella, cómo es su baja velocidad, cómo es su frenado y cómo su tracción se enfoca en lo básico”.

Por último, dijo: “Le advertí que en Silverstone la pista lo morderá, tiene alta velocidad que no rivaliza con nada más en la parrilla. No hay nada que se acerque realmente. Pero que disfrute el momento en que esto sucede porque tiene la oportunidad de ser oficialmente un piloto de Williams, un piloto de Gran Premio parte de un fin de semana de carrera”.

Colapinto correrá este fin de semana en un monoplaza de Williams, en las prácticas libre del GP de Gran Bretaña.

Esta temporada fue el estreno del pilarense en la Fórmula 2, en la que ganó una carrera en Imola y logró varios podios en las carreras principales de Barcelona y Austria, así como cuatro participaciones más en las que sumó puntos para MP Motorsport.

Su desembarco en esta categoría se había dado con un maratónico ascenso luego de su segundo año en la Fórmula 3, donde consiguió dos victorias en carreras, incluida una en Silverstone, tres podios más y un total de 14 puntos en los resultados finales lo llevaron al cuarto lugar en el Campeonato de Pilotos.

Esta es una gran oportunidad para Colapinto, que tiene buenas chances de convertirse en el primer representante argentino en el campeonato de Fórmula 1 desde que lo hiciera Gastón Mazzacane entre 2000 y 2001.