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El seleccionado alemán de fútbol repitió la fórmula del éxito con la obtención de un nuevo título, la Copa Confederaciones, con el triunfo ante Chile por 1 a 0, en el partido que se jugó en San Petersburgo, Rusia.

El mediocampista Lars Stindl marcó el único gol que significó el primer campeonato de Alemania, último campeón del mundo, en la Copa Confederaciones, el certamen que vale como banco de pruebas de cara al Mundial del próximo año.

Alemania tomó al pie de la letra la idea del banco de pruebas. De hecho, su formación no incluyó campeones del mundo en Brasil, a diferencia de Chile, que utilizó a diez de los ganadores de la pasada Copa América, pero mantuvo la fisonomía adoptada hace más de una década y que tantos réditos le brindó.

La final ante Chile fue pareja porque el equipo sudamericano salió con todo al ataque, pero no estuvo justo en la definición. El equipo alemán sacó diferencia con el gol de Stindl, en el mejor momento del campeón en la Copa América 2015 y 2016, quien aprovechó la duda y error grosero de Marcelo Díaz, en posición de líbero, en su intento de jugar la pelota, con la presión y asistencia de Timo Werner.

Alemania se consagró campeón por primera vez de la Copa Confederaciones, que en las últimas tres ediciones quedó en manos de Brasil (2005, 2009 y 2013), y aun con un equipo sin nombre rutilantes ratificó su condición de mejor seleccionado del mundo.