El día que Valderrama se puso la de Newell's y se fue en menos de 24 horas
El Pibe fue presentado en Rosario con la 10 leprosa, pero no le cumplieron lo prometido y no dudó en volver a Colombia.
El Pibe Valderrama fue jugador leproso por menos de un día, hace 27 años. El colombiano llegó a Rosario con 33 años y proveniente de Junior de Barranquilla, fue presentado con la 10 de Newell's, pero luego de un incumplimiento, se volvió a su país, y todo se esfumó.
“Acepté llegar a Newell’s porque pienso que es un buen equipo y me voy a adaptar rápidamente”, dijo Valderrama en su presentación en conferencia de prensa en la ciudad junto al presidente Eduardo López, que cumplía los primeros días de su mandato. En ese encuentro, el 4 de enero de 1995, el talentoso enganche se calzó inclusive la camiseta rojinegra para las fotos.
“Estuve en Rosario, me fui para allá y todo. Fui a una cancha de básquet donde estaban todos los aficionados esperándome. Cuando me fui de Barranquilla, había llegado a un acuerdo. Me dijeron que cuando llegara a Argentina, me darían un adelanto del contrato, que es lo que siempre se hace. Fui, cenamos y cuando terminamos me quedé esperando ese adelanto que nunca llegó porque empezaron las excusas. Entonces pensé: ‘si el primer día es malo, todo va a ser malo’. Entonces me regresé”, relató alguna vez el talentoso ex jugador.
Según contó el colombiano en otra entrevista años después, desde Newell’s le respondieron que en aquel momento no tenían dinero, ya que habían vendido al arquero Norberto Scoponi a México y esperaban el pago al club. “Yo qué tengo que ver con eso, yo no tengo que ver con Scoponi ni con nada. ¿Nosotros no llegamos a un acuerdo? Llegando me dan mi billete… yo no espero ni a mi mamá, qué los voy a esperar a ustedes, sean serios”, les dijo el jugador.
Valderrama se subió a su auto, viajó hasta Buenos Aires y, en el mismo día, se tomó el avión de vuelta hacia Colombia. En su inmediato regreso al fútbol de su país, en ese mismo torneo, se consagró campeón con Junior de Barranquilla, siendo él una de las figuras del equipo ganador del torneo.
Más allá del mal momento, el Pibe lamentó no haber podido pisar el césped de nuestras canchas. “Me quedó pendiente jugar en el fútbol argentino. Siempre me gustó el ambiente, siempre veo los partidos y están llenos los estadios. Uno llega a Argentina y desde que se baja del avión se habla de fútbol”, dijo en más de una entrevista.