Tras la salida de Miguel Ángel Russo, Rosario Central ha atravesado la parte más vertiginosa de la temporada. Solamente la alegría del clásico tendrá como base para terminar un año que prometía muchísimo más de lo conseguido.

Con el título de la Copa de la Liga, los hinchas auriazules estaban ilusionados con lo que les iba a deparar este 2024. Con la Libertadores como mayor sueño, acompañado con el posible regreso de Marco Rúben y Ángel Di María, en Arroyito no queda más que asimilar la realidad y buscar el único objetivo disponible.

La caída ante Fortaleza que eliminó a Central de la Sudamericana desnudó interrogantes sobre el futuro. La victoria ante Newell's y la falta de opciones a la mano parecen ser suficientes para que Matías Lequi siga como entrenador hasta fin de año.

La dirigencia Canalla deberá trabajar en el equipo de cara a la próxima temporada, pero necesita imperiosamente una clasificación a una competición internacional con los jugadores que tiene. Eliminado de la Copa Argentina por Barracas, el único camino hacia la disputa de un torneo continental será la tabla general.

Los de Lequi marchan vigésimos en la acumulada con 30 puntos, a 9 del último clasificado a la próxima Sudamericana. Si bien la distancia no parece tan grande y con la culminación de los campeonatos en disputa existen posibles corrimientos, la gran cantidad de equipos y la paridad del fútbol argentino dificultarán la escalada.

El lunes 26 en el Gigante comenzarán las 16 finales de Central camino a una Copa Internacional en 2025. Y si bien el objetivo parece menor después de las expectativas generadas a principio de año, la competitividad continental debe ser el faro para el futuro.