Los erizos de mar poseen innumerables beneficios para la salud humana. Sus propiedades terapéuticas fueron descubiertas en el siglo XVII en Oriente, y desde entonces se han estudiado científicamente. Ahora, un grupo de científicos de CONICET, hizo uso de este tesoro bajo el mar para crear un suplemento dietario de venta libre que combate los síntomas del COVID-19 prolongado. 

El COVID-19 prolongado es una enfermedad a menudo debilitante que ocurre en al menos el 10% de las infecciones por coronavirus 2 (SARS-CoV-2) y se estima que al menos 65 millones de personas lo padecen a nivel mundial y los casos aumentan a diario. Esta condición se caracteriza por fatiga, síntomas respiratorios, neurológicos, cognitivos, musculares y otros que afectan de manera significativa la salud y por lo tanto la calidad de vida de los pacientes.

En este contexto, llega al mercado Echa Marine, un innovador suplemento dietario que mejora de manera significativa las secuelas de COVID-19 prolongado. El producto, aprobado ANMAT, fue desarrollado por ERISEA, la primera empresa de Base Tecnológica en la Patagonia con licencia exclusiva de biotecnología acuícola de CONICET. Se comercializa en la tienda nube de la empresa y en farmacias en la Provincia del Chubut.

Tres meses de tratamiento con un consumo diario de tres mililitros (ml) del suplemento dietario por la mañana en ayunas y 3 ml por la tarde, promovió un bienestar óptimo en los pacientes con COVID-19 prolongado.

Echa Marine es de venta libre y viene en dos frascos que duran un mes. (Fotografía: Prensa CONICET)
Echa Marine es de venta libre y viene en dos frascos que duran un mes. (Fotografía: Prensa CONICET)

Tamara Rubilar, investigadora del CONICET y cofundadora de ERISEA, destacó que los pacientes tratados “tuvieron una recuperación rápida y efectiva mejorando así su calidad de vida. Nuestro desarrollo disminuyó dolores musculares, la disnea (dificultad respiratoria) y redujo la anosmia (pérdida total del olfato). También se comprobó una notable mejoría de los síntomas cognitivos y neurológicos como la atención, la memoria y la función ejecutiva”.

Uno de los síntomas que más afectan a los pacientes con COVID-19 prolongado es la fatiga crónica. “Nos alegró observar que Echa Marine ayuda a revertir la fatiga crónica en los pacientes. Esto redundó positivamente en su salud, en su calidad de vida y también en su estado emocional”, destaca Rubilar, también vicedirectora del Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR – CONICET) y Docente Investigadora de la UNPSJB.

Los erizos al ataque

El componente activo del suplemento dietario Echa Marine son las espinacromas, unas moléculas contenidas en las huevas no fecundadas de un erizo de la especie Arbacia dufresnii que habita en los mares argentinos. Según detallaron los cientiíficos, estas espinocromas son muy beneficiosas porque son antioxidantes marinos que disminuyen la inflamación celular y mejoran el sistema inmune.

A partir del estudio se pudo comprobar que las espinocromas también tienen la capacidad para incrementar la densidad y función de las mitocondrias que son las fábricas de energía celular. Esta propiedad de mejora de la función mitocondrial celular es la que ayuda a revertir la fatiga crónica de los pacientes.

ERISEA S.A. está emplazada en el Parque Industrial Pesquero de Puerto Madryn y se constituye como primera empresa de base tecnológica (EBT) del CONICET en Patagonia, en la que convergen esfuerzos del sector privado (Mirabella SRL), organismos de promoción de la I+D+i nacionales, provinciales y municipales (CONICET, SCTeIP de la Provincia de Chubut, MINCyT, UNPSJB, Municipalidad de Puerto Madryn, entre otros), y del CESIMAR-CONICET.