Una madre con Covid casi tiene el parto en un Centro de Salud
El equipo de trabajo del Centro de Salud Juana Azurduy, en la esquina de Génova y Fraga en la zona noroeste de Rosario, hace un alto en sus tareas. Y se junta ahora en la puerta, para despedir con un aplauso a una de sus pacientes. Es Florencia, de apenas 21 años, que fue protagonista de una historia mínima y a la vez dramática, hace pocos días. A este mismo lugar, llegó con su enorme panza de embarazada y contagiada de coronavirus, con muchos signos de dolor. "Casi tiene el parto acá mismo, mientras esperábamos la llegada de la ambulancia", le cuenta a Rosarioplus.com la directora del Centro de Salud, Paula Etchart. Finalmente, se la pudo trasladar a la Maternidad Martin y pudo nacer Bianca, la bebita que tiene ahora 3,200 kilos y acaba de pasar con éxito por su primera consulta pediátrica. “Madre e hija están sanas, es lo más importante”, dice la doctora Rossana Zagaglia, que atendió a la bebita.
Florencia, que es paciente del Azurduy, cuenta cómo fueron las cosas: "Cuando vine a una consulta por el embarazo, que me faltaban algunas semanas, tenía mucha tos. Me hisoparon y me diagnosticaron Covid. A los pocos días, el viernes pasado, me sentía muy mal, me dolía todo y ya estaba dilatando".
Al Centro de Salud entró gritando y el equipo que la pudo atender, actuó con rapidez. "Le pedimos enseguida una ambulancia, mientras la monitoreábamos acá. Y pudimos mandarla a la Martin. Pero ahí le dijeron que todavía no había entrado en trabajo de parto y la mandaron a su casa. Al rato, al mediodía, estaba de nuevo acá y volvimos a gestionar su traslado, para que consiga dónde parir. Casi la tiene acá a la bebé”, explica Paula Etchart, trabajadora social y directora del Centro de Salud.
Finalmente, Florencia fue atendida en la Maternidad Martin, en un área especial destinada a mujeres gestantes con Covid. Su bebita Bianca nació ese mismo viernes y ahora está muy bien. “Habremos recibido un poco de la fuerza de la querida Juana Azurduy, que le da el nombre a este lugar. Ahora Flor y con Bianca, son dos mujeres empoderadas también, como lo fue Juana”, reflexiona Etchart en diálogo con el móvil de la Sí98.9
La pediatra del Azurduy, que trabaja acá hace 17 años, finaliza: “Tenemos una relación muy cercana con cada paciente acá. Yo trabajo hace mucho tiempo y ahora me toca atender a hijitos de mujeres que de chicas fueron pacientes mías. Por eso este aplauso que hicimos recién es por la emoción que tenemos todos. Este vínculo casi de familia con la gente del barrio, en la pandemia no cambió. Cuando alguien acá en esta zona tan humilde necesita un medicamento o atención, el primer lugar que viene es al Centro de Salud, antes que al hospital”.
Un rato antes, la doctora Zagaglia estaba buscando en su casa a Florencia, en una de las zonas más humildes de Rosario, para acompañar a ella y su bebé a la consulta. Una historia mínima, que refleja el compromiso diario y casi siempre silencioso de quienes trabajan en salud pública.