__tadevel:head__
 

 

Parece que el secreto para tener una panza chata no está en dejar de comer sino, precisamente, en saber qué comer. Y ciertas combinaciones hacen maravillas en los cuerpos aportando nutrientes y beneficios. Este es el caso del chía y la avena, que juntos vendrían a ser algo así como los superhéroes de esta historia.

Lo que hacen estos bonitos suplementos alimenticios es otorgar una sensación de saciedad durante muchas horas y así contribuir a lograr una figura esbelta. Pero no es lo único que hacen estos alimentos.

El chía contiene aceites esenciales como el Omega 3 y Omega 6. Además, previene de enfermedades cardiovasculares, reduciendo los niveles de colesterol “malo” en la sangre. Como si fuera poco, también es antiinflamatoria y antioxidante. Los deportistas consumen mucha chía ya que regenera los tejidos desgastados, con lo cual también es recomendable para quienes sufren artritis.

Por otro lado, la avena es una gran fuente de proteínas, minerales y fibra. Contiene betaglucano, una fibra soluble que disminuye el colesterol “malo” y beneficia la salud cardiovascular. Consumirla regularmente contribuye a que los niveles de azúcar en sangre y triglicéridos se mantengan bajo control.

Y ahora sí, el paso a paso para preparar un sencillo y rápido desayuno mágico, según expertos.

Ingredientes

  • 500 ml de agua
  • 1 taza de avena
  • 2 cucharaditas de esencia de vainilla
  • 1 cucharadita de canela en polvo
  • 2 cucharaditas de miel
  • Una pizca de sal
  • 4 cucharaditas de semillas de chía

Preparación

1. Calentar a fuego alto el agua, la canela y la vainilla en una olla. Cuando comience a hervir, bajar el fuego.

2. Incorporar la avena en el agua y dejarla cocinar durante 5 minutos a olla tapada.

3. Retirar la preparación del fuego y dejarla reposar durante 5 minutos.

4. Agregar miel, un poco de sal y mezclar todos los ingredientes.

5. Finalmente, servir en un tazón o bol y espolvorear las semillas de chía encima.

 

No es conveniente agregar leche, ya que te infla el estómago. También se pueden sumar frutos secos o fresas, moras, plátanos, entre otros agregados. Esta preparación no provee muchas calorías, pero sí grandes beneficios: proteínas, hidratos de carbono, vitaminas, minerales, fibra natural y grasas saludables son algunos de los nutrientes que brinda.