A los 27 años Federico Coria, quien todos estos años llevó el peso de ser “el hermano de”, alcanzó el sueño por el cual viene trabajando desde que agarró la raqueta cuando era niño: se metió por primera vez al cuadro principal de ATP 500.

Fue en el Abierto de Río de Janeiro y lo hizo desde la clasificación. Coria superó la fase previa e ingresó al main draw donde alcanzó los cuartos de final y este viernes cayó ante el chileno Cristian Garín por 2-6, 6-3 y 7-5.

De esta manera el rosarino se despidió en Brasil de una gran semana y quedó al borde de meterse entre los 100 mejores jugadores del ranking internacional. A partir de este lunes tendrá un nuevo desafío en el circuito mayor, disputará el ATP 250 de Santiago de Chile.

“El balance fue sumamente positivo, llegué con pocas expectativas, pero sabiendo que iba a empezar a rendir mejor. En los torneos de Argentina, donde jugué las semanas previas, uno siempre se presiona por demás, quiere jugar bien porque está la familia o la gente que no te ve nunca, entonces se me hizo complicado el día a día y no pude rendir ni competir de la mejor manera”, dijo Coria desde Río de Janeiro a Rosarioplus.com.

“Sabía que acá en Río, no habiendo tenido resultados positivos en la Argentina, aquí sí iba a poder construir desde la derrota. Así que haber ganado cuatro partidos y estado muy cerca de ganarle a Garín, me deja sumamente tranquilo porque dejé todo y sé que puedo estar al nivel de un jugador que viene haciendo las cosas muy bien. Ojala que sea un impulso y pueda seguir aprovechando el envión. Pero bueno todos los lunes comienza una historia nueva”.

A partir de este lunes Coria tendrá un nuevo desafió en el ATP de Chile, adonde ingresará directamente al cuadro principal: “En chile tengo que estar enfocado nuevamente, porque son todos partidos muy difíciles  y en un nivel en el que yo soy nuevo. Es sumamente positivo poder jugar directamente en el cuadro principal porque hoy tengo que viajar todo el día, de otra manera no hubiese podido llegar a jugar la clasificación por los horarios de los vuelos y los carnavales, se complicaba. Espero tener una buena performance en Santiago para seguir avanzando en el ranking y seguir ingresando en este tipo de torneos”, concluyó.

 

Comparaciones que matan

La vida de Federico Coria no fue nada fácil, ser el hermano de Guillermo, ex número tres del mundo, marcó a fuego su vida y su carrera. Las comparaciones fueron una constante. A tal punto que un día, el menor de los Coria, cansado de tanta presión externa e interna, colgó la raqueta.

“A los 16 años dejé todo, no quería saber más nada de entrar a una cancha, no supe cómo manejar la presión y las comparaciones que hacían entre nosotros. No la pasaba bien, yo perdía y en vez de entrevistar al ganador, la nota me la hacían a mí”, dijo Federico.

“Me venía a ver jugar mucha gente, esperaban ver algo de mi hermano en mí, no se daban cuenta que éramos completamente distintos. En ese momento era todo malo para mí, pero cuando fui madurando me di cuenta que era algo increíble tener un hermano tan groso como él”.

Con el correr del tiempo, Federico comenzó a meterse nuevamente en la pista y el vínculo entre hermanos empezó a desarrollarse y a fortalecerse. “Nosotros nos llevamos diez años, en su mejor momento tenístico yo era muy chico. Lo miraba por televisión y era mi ídolo, no mi hermano. Si apenas venía a mi casa tres veces al año y cuando lo hacía me daba vergüenza hablar con él porque era el de la TV. Ahora y a la distancia la mochila ya es mucho más liviana”.