La katana se impone como la nueva moda para perder kilos
En todo el mundo, la gente comparte un mismo problema: la preocupación por esos kilos de más. Está bien, habrá otros problemas supuestamente más importantes como no dañar la capa de ozono y detener al Estado Islámico, seguro, pero hay mucho fuera de la agenda dura.
La novedad: hacer ejercicio blandiendo katanas como los antiguos guerreros samurai es la última moda para mantenerse en forma en Tokio. Los japoneses cambiaron el uso tradicional de la espada para combatir a un feroz enemigo: los kilos de más.
La natación, el aerobic, el spinning o el pilates ya pasaron de moda. Tampoco está para salir a correr en grupo.
El nipón Ukon Takafuji, un bailarían especializado en danza con espada japonesa, generó un innovador programa para ejercitarse en el que cambia la bicicleta estática y el "step" por la katana, un elemento característico de la cultura del país asiático cuyo manejo esconde propiedades beneficiosas para la salud.
Manteniendo la postura correcta durante la ejecución de los movimientos de corte con la espada "se fortalecen tronco, brazos, cintura y la parte inferior del cuerpo, y además es posible mejorar el metabolismo basal (la energía que quema un cuerpo en reposo)", explicó Takafuji a la agencia EFE. Existen más de cien movimientos, aunque durante las clases de 75 minutos diseñadas por el instructor solo se practican cinco.
A sus 37 años, este bailarín y coreógrafo profesional se encontraba realizando una performance cuando se planteó que "quizá habría personas interesadas en este aspecto de la cultura japonesa" y que sería interesante experimentar y crear un programa fitness con ella. Así surgió "Katana Exercise" (Ejercicio con katana).
El proyecto comenzó en 2008 pero ha sido recientemente cuando los medios se han hecho eco de esa nueva forma de ponerse en forma y las clases se han empezado a propagar como la pólvora por la capital nipona. Para los curiosos existen clases de prueba que rondan los 3.500 yenes (29 dólares) por 90 minutos, o mensualidades de unos 8.000 yenes (66 dólares) para los asiduos, explica Tomohiro Tsunoda, director de Banlee, compañía que gestiona el estudio de Katana Exercise.
Aunque el programa comenzó como una tabla de ejercicios para adelgazar destinada a hombres -todavía tienen alumnos masculinos-, finalmente fueron las mujeres quienes apostaron de forma segura por el programa y actualmente son su público mayoritario. Y es que hace tiempo que las espadas dejaron de ser cosa solo de hombres, y el número de mujeres interesadas en las katanas está aumentando.
También el de los extranjeros, sobre todo "animados por el creciente atracción por Japón que generan el entretenimiento nipón (manga y videojuegos) y la elección de Tokio como sede de los Juegos Olímpicos de 2020", opina Takafuji.
La katana, tradicionalmente relacionada con los guerreros samurái, fue un elemento cotidiano en las calles hasta 1876. En marzo de ese año, el gobierno meiji publicó el edicto Haitorei, que prohibió a todos los habitantes, a excepción del ejército y oficiales del gobierno, que portaran armas en la vía pública a riesgo de que les fueran confiscadas.
Casi 140 años después la fascinación por este arma al que hoy se le destina un uso ornamental y se empuña casi exclusivamente en artes escénicas y en el cine sigue vigente dentro y fuera de Japón. En "Katana Exercise" han aprovechado su popularidad para introducirla además en el deporte, pero de manera segura. Y es que, salir herido de una de estas clases no es tan fácil como cabría imaginar, pues las katanas empleadas no están hechas de acero, sino de madera y espuma de uretano.