Una esquina alterada por una profecía apocalíptica
Un audio que circuló por Whatsapp anticipaba una explosión en una estación de servicio, lo que generó temor en algunos. Pero, dicen los que saben, no hay nada que temer
Nadie sabe, a ciencia cierta, cómo nacen las leyendas urbanas. Pero bien podría ser a partir de una supuesta profecía que se echa a correr.
Hace unos días, comenzó a circular en las redes sociales un audio en el que se vaticinaba que este jueves por la mañana estallaría una estación de servicios en la zona de Tucumán y Corrientes. Las palabras generaron temor y burla, por partes iguales, entre quienes las escucharon. Pero más allá de la falta de certeza, hicieron ruido.
Tanto ruido hicieron, en una ciudad que no es ajena a las tragedias, que bien temprano este jueves agentes de Aguas Santafesinas, Litoral Gas y Defensa Civi controlaron la zona. Por las dudas. Es que fueron muchos los llamados que recibieron sobre esta supuesta alarma y decidieron que era mejor dejar a todos tranquilos.
El audio anticipaba que explotaría un caño de agua que pasaba por abajo de la estación Shell, lo que provocaría una rotura en una tubería de gas y una posterior explosión. Pero técnicos y peritos de las empresas de servicios y de la cartera de Raúl Rainone chequearon el estado de las cañerías en la zona y no encontraron anomalías.
Incluso este miércoles por la noche también inspectores de seguridad del área de Habilitación también se hicieron presentes y chequearon las instalaciones de la estación de servicio, y coincidieron con los agentes que “no hay ningún tipo de anormalidad”.
Más allá de los hechos, este jueves la estación de servicio amaneció casi vacía. Había algunos automovilistas cargando nafta, ajenos a cualquier profecía, sólo preocupados por no quedarse a mitad de camino por falta de gasolina.
Los empleados confiaron a Rosarioplus.com que es un día como cualquier otro, que trabajan con normalidad. “No va a pasar nada”, insistieron. “No tenemos miedo”, confiaron.
Incluso, por cuestiones del clima, la profecía hasta se dio vuelta pasadas las ocho de la mañana. Es que cuando una lluvia torrencial caía sobre la ciudad fueron muchos los que optaron por utilizar a la estación de servicio como refugio. Sí, como refugio, cuando precisamente este jueves “la profecía” indicaba que había que evitar la zona. Y lo bien que hicieron, porque evitaron la furia de la naturaleza. Creer o reventar.