Una noche de jazz por los 20 años del sello Blue Art
El sello editor celebra sus dos décadas produciendo música desde Rosario al mundo, y lo hace con un festival, este domingo, en el CC Atlas.
Veinte años pasaron desde que el periodista y escritor Horacio Vargas decidió la singular aventura de producir discos de jazz, desde el interior y en un momento tan bisagra del país como lo fue 2001. Nacía BlueArt, el sello discográfico que este domingo 21, desde las 20, festeja su cumpleaños con un festival en el Complejo Cultural Atlas, de Mitre 645. Allí se anuncian ilustres exponentes del género como Ernesto Jodos, Rocío Giménez López, Pablo Socolsky y Mariano Ruggieri.
BlueArt cuenta hoy un catálogo de 116 discos de jazz y música contemporánea publicados en formato físico y digital. Dos de sus producciones recibieron importantes premios: Grammy Latino 2004 a Mejor Disco de Tango (Gerardo Gandini - Postangos en vivo en Rosario) y Premio Gardel 2013 a Mejor álbum nuevo artista de tango (Adrián Abonizio - Tangolpeando). Por su parte, Vargas recibió el Premio Rosario Edita a la Trayectoria.
Del festival BlueArt en el Atlas participarán Ernesto Jodos Trío, Rocío Giménez López Cuarteto, Pablo Socolsky, solo piano, y el tecladista Mariano Ruggieri.
Las entradas anticipadas pueden adquirirse en la disquería Paraphernalia, Rioja 1070.
Por otro lado, en el marco del vigésimo aniversario del sello, se lanzó el vinilo “Lo Mejor de BlueArt”, que además representa el primer registro en este formato en editarse a través de un sello independiente de la Argentina. Asimismo, ya está disponible en las plataformas digitales la versión online
En primera persona
Ernesto Jodos: "En 2011 tocaba con dos tríos de piano: uno con Mauricio Dawid y Sergio Verdinelli; y el otro con Jerónimo Carmona y Luciano Ruggieri. Cuando surgió la idea de volver a grabar un álbum para BlueArt, no podía decidir con cuál de las dos formaciones hacerlo. Fue entonces que se me ocurrió la idea (estrafalaria) de armar un “doble trío” (en realidad, un quinteto). No era muy “práctico”, ya que encontrar salas de ensayo y clubes de jazz con espacio para un grupo de dos contrabajos, dos baterías y un piano no es fácil. Pero lo hicimos y, casualmente, es la banda con la que más he viajado a tocar. Además de ser la banda donde mejor la he pasado (musical y humanamente). Los temas que figuran aquí son parte de una serie de composiciones con el nombre de Ll (ele ele), y son mis favoritas del CD original.
Pablo Socolsky: La elección de este tema para el vinilo aniversario del sello, no ha sido sencilla en un contexto en que han sido varios los que me han gustado del disco la forma inicial. En particular “La salvación de lo bello” representa uno de los momentos en los que algo sucede en un estudio de grabación. El objetivo era dejar un registro de material para un proyecto de solo piano en el que venía trabajando, algunas ideas y material compuesto, como así también versiones de autores. Mientras transcurría el tiempo en el estudio y ante la necesidad de sentir algún alivio frente a la exigencia de lo que implicaba estar grabando, siguiendo y escuchando lo pautado, apareció el momento de intentar desprenderme de lo previsto y animarme al despliegue de una total intuición sin plan: “Marianito, vamos a relajar un poco, grabamos pero es una impro”, en alusión al ingeniero de grabación Mariano Miguez, Seguramente como los maestros lo refieren, una improvisación es una composición en el instante, lo adquirido previamente respecto a herramientas y técnicas están a flor de piel y de alguna manera son claras influencias no premeditadas. Algo sucedió, quedó el registro y ha sido gratamente inesperado. El título es un homenaje al libro de Byung Chul Han.
Rocío Giménez López: Deseos múltiples fue mi primer disco, y en él están mis primeras composiciones, esas que cuando aparecen se comparten con los amigos y la familia, con el entusiasmo insistente del que está aprendiendo a hacer algo nuevo. Muchas de ellas escritas mucho tiempo antes de hacer el disco, y tocadas por muchos músicos que a lo largo del tiempo me ayudaron a dar forma a esas primeras ideas en una buena cantidad de versiones no grabadas. Una de esas es “Canción nocturnal”, una versión que tocamos con Emilio Madeo y Francisco Martí en el estudio de Alex Panizza en setiembre de 2017. Después de todo, pienso que escribimos y tocamos para que el tiempo nos enseñe de cuántas formas distintas podemos sonar, hacer y sentir. Y esa multiplicidad es parte de la esencia de esta música.
Mariano y Luciano Ruggieri: “Lento camino a casa” da nombre al disco y es además una canción muy importante para nosotros. El tema entero se compuso en nuestra adolescencia, con un sintetizador Yamaha QS300, el cual permitía grabar dentro del sequencer a su propio disket una cantidad pequeña de información. Así recuperamos mucho tiempo después la canción y sentimos que mantenía una emoción vigente en nosotros. La melodía y las progresiones son muy simples y el pulso es lento, lo que nos llevó a nombralo al principio como "el tema lento" del repertorio. Y luego de elegir la portada del disco en la que dos peregrinos regresan del desierto con sus camellos, decidimos completarlo como "Lento camino a casa".
Jorge Migoya: El disco Otros vientos fue el comienzo de una aventura entre el sello BlueArt y mi propia historia; en alguna medida fue el primer lazo entre mi vida desde París y la otra que dejé en Rosario. El disco es una amalgama sonora de dos continentes y los músicos, sin saberlo, forman parte de mi pasado y de mi presente. Toda la música fue compuesta para ellos. Yo sabía al componerla quiénes iban a tocarla, es algo muy agradable y da mucha energía para componer. Hay temas muy diferentes unos de otros, yo los quiero a todos, no tengo preferencias pero para esta ocasión el tema elegido fue Aux arbres (A los árboles), podría decir que es el más "pop" del disco. Sobre este tema he hecho muchas versiones diferentes, en trío, en dúo, en cuarteto... Esta es la versión más plena orquestalmente. Como su título lo indica está dedicada a los árboles; yo amo a los árboles, los acaricio, les murmuro, me sorprendo cuando toco el clarinete y me responden con el eco del espacio, a veces los veo morir, igual que nosotros, vivimos sobre el mismo planeta y me hacen pensar que la vida es preciosa, la nuestra como la de ellos.
Carlos Casazza: "A veces me interesa tocar y grabar lo mismo muchas veces. A veces solo hacerlo una vez. No es un método ni una costumbre ni una casualidad. “Lycopodium”, la canción, es muy sencilla, es de las que revisité varias veces. Una forma binaria, muy fácil. Siempre me pregunto acerca del equilibrio o el encanto, en el mejor de los casos, de dos formas que conviven. Está pensada para que la guitarra clásica funcione rítmicamente. Cada uno de los músicos que han tocado siempre fueron generosos y han llevado mi boceto a otro nivel. También es mi último recuerdo de una temporada de reggae y de canciones isabelinas que escuchaba a veces muchas veces, a veces solo una vez. Esto se dio por casualidad, aunque sería bueno tenerlo por costumbre y así establecer un método".