El Banco Mundial empeoró su pronóstico sobre la economía argentina y consideró que caerá 3,5% este año como consecuencia de la crisis y recesión que atraviesa. De esta forma, la estimación implica una baja de más de 6 puntos desde el cálculo anterior, cuando esperaba que el PBI local creciera 2,7%.

En cambio, para 2025 se espera una recuperación del 5%, luego de que en enero la entidad multilateral estimara un rebote más leve, del 3,2% para el año próximo.

El organismo presentó este martes en Washington un informe de actualización de proyecciones para todos los países, en el que vuelve a calcular los números que había divulgado en abril de este año. 

“Se proyecta que la economía argentina se contraiga marcadamente, un 3,5 por ciento en 2024, antes de repuntar un 5,0 por ciento en 2025”, indicaron desde la entidad.

Al explicar los motivos de la nueva cifra señalan que “las autoridades están tratando de hacer frente a los importantes desafíos económicos del país con un nuevo enfoque de política basado en parte en la consolidación fiscal y el reajuste de los precios relativos, incluido el tipo de cambio”.

Agregan que “se espera que la inflación se mantenga elevada este año, aunque disminuyendo a un ritmo rápido”, desde una previsión de 200% en enero a una actual cercana al 90%.

La inflación general y la subyacente han seguido disminuyendo en toda la región, aunque a un ritmo más lento, señalan. “La excepción entre los principales países de América latina es Argentina, que experimentó un aumento significativo de la inflación mensual a principios de 2024 y ahora muestra signos de relajación tanto en la inflación como en las expectativas de inflación”, afirman.

El informe es mucho más optimista para el año que viene en Argentina. “Se espera que la actividad económica se consolide en 2025 a medida que se aborden los desequilibrios macroeconómicos, se eliminen nuevas distorsiones del mercado y se controle la inflación”, señalan. Calculan el año próximo un repunte de un 5% del PBI.

El Banco Mundial también revisa a la baja el crecimiento general de la región y señala a la Argentina como uno de los motivos importantes del cambio.