La industria sigue en caída pero más suave, y el complejo sojero es el que festeja
La producción fabril mejoró 9,5% en general, según la Federación Industrial de Santa Fe. Pero ese repunte radica casi exclusivamente en la reactivación de la molienda de soja comparada con un 2023 que fue exigua. El 73 por ciento de las ramas industriales volvieron a tener saldo negativo de actividad.
La industria en general, en la provincia de Santa Fe, transita un momento de claroscuros y perspectivas ambiguas, según el indicador que se mire. La Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) divulgó este martes su informe habitual sobre la evolución de la actividad en cada una de sus ramas. Y lo concreto es que la producción registró una mejora en el mes de setiembre si se lo compara con el mismo mes del año 2023. Este repunte del 9,5% entre ambos setiembre se explica fundamentalmente por la reactivación del complejo sojero aceitero, cuya actividad en esa comparación fue 111,4% mejor que la del año pasado, cuando la cosecha gruesa fue casi nula por imperio de la sequía. Por lo demás, el 73% de las actividades industriales santafesinas muestran indicadores a la baja.
El contexto que expone el documento de Fisfe son los 9 meses consecutivos de caída de la actividad que se acumulan este año: un 6% menos de producción fabril en relación con el mismo período del año pasado. La recuperación del complejo aceitero exportador explica por tercer mes consecutivo este comportamiento. Pero, a no engañarse: la clave es que la comparación del 2023 fue una base muy baja porque la cosecha de soja fue pobre.
De acuerdo con esto, el detalle de los rubros que mide la entidad industrial muestra disparidad según cada rubro para el mes de setiembre:
- Vehículos automotores -15.9%
- Carrocerías y semirremolques +8.4%
- Industria siderúrgica -19.5%
- Muebles y colchones +5.7%
- Maquinaria agropecuaria -19.9%
- Manufacturas de plástico -11.4%
La baja es generalizada, en 7 de cada 10 rubros. Pero los que más traccionaron esa recesión interanual son tres fundamentalmente: siderurgia (-1.75%), maquinaria agropecuaria (-1.02) y productos de metal y servicios de trabajo de metales (-0,77)
Por el contrario, la suba extraordinaria del 111,4% interanual que expone el complejo sojero se asienta en la mayor molienda de oleaginosas (+22.53%) y su elevada participación en el valor agregado industrial. Pero si Santa Fe no fuera la provincia sojera que es, el balance de setiembre habría sido negativo, al 8,9% interanual.
Vale señalar entonces que, además del índice positivo del procesamiento oleaginoso, también lo fue el de la faena bovina (+5.3%). En contraste, están para atrás la producción de acero (-19.5), y la industria metalúrgica (-14). En este marco, también decreció la demanda industrial de energía eléctrica: -2.3%.
También Santa Fe retrocedió en cuanto a exportaciones de manufacturas de origen industrial, las de mayor valor agregado: -11.6%.
Fisfe referencia los datos de sus mediciones en un informe que publicó el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina en el mes de agosto. Allí concluyó que la economía en tiempos de Javier Milei registró una caída de 7,4% interanual a nivel país. “En nuestro país el sector industrial acumula quince meses de caída interanual consecutiva, y una baja de 12,1% en lo que va del año”, remarca el informe.
El documento de la entidad fabril también mide la evolución del empleo formal, y en particular el industrial. Y aquí estriba un dato inquietante: citando cifras definitivas al mes de julio, Fisfe señala que el empleo formal tuvo una retracción interanual de 2,1%, lo que equivale a decir que en Santa Fe, desde el año pasado hasta julio al menos perdieron su trabajo alrededor de 11.500 personas asalariadas.
La toma de trabajo en la industria estuvo más resentida en términos porcentuales: -3,9% interanual, lo que implica que en este mismo período, desde julio del año pasado hasta julio de 2024 en la economía de Santa Fe se destruyeron 5.400 puestos laborales registrados.