La recesión hizo caer alrededor de 1000 empleos metalúrgicos en la región
La UOM trazó un crudo panorama en fábricas y talleres de Rosario y zona, por falta de demanda. Despidos en las fábricas de heladeras Inelro y Briket. El alerta llega hasta Villa Constitución con lo que deparará la parada de Acindar.
La recesión de la economía nacional hizo impacto concreto ya en la actividad y el empleo industrial en el Gran Rosario. En lo puntual, el sector metalúrgico comenzó a experimentar despidos y suspensiones en distintas fábricas que ante la falta de demanda del mercado declinan su producción.
Lo reveló la seccional Rosario de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que estima un millar de puestos de trabajo perdidos en esa rama fabril del Gran Rosario desde comienzo de año.
Las últimas informaciones corresponden al caso de la fábrica de heladeras comerciales Inelro: la firma que las produce, El Dorado SA, suspendió en los últimos días y por tiempo indefinido a 100 operarios. La decisión empresaria devino luego de medir una caída de 40% interanual en sus ventas del primer trimestre. “Lo que hicimos fue reducir un turno. La empresa solía trabajar con dos, pero no hay demanda”, indicó un portavoz de esa planta de línea blanca.
Por las mismas circunstancias, también la fábrica de heladeras Briket, en la zona sur de Rosario, redujo a la mitad su plantel de trabajadores durante el primer trimestre. "Pasamos de 600 a 300 operarios, y estamos buscando un punto de equilibrio para seguir produciendo”, dijo el titular de la firma, Roberto Lenzi.
“En línea blanca hay un bajón muy grande, perdimos mucha gente con contratos a prueba. Hay muchos retiros voluntarios. Perdimos cerca de 1 mil empleos, entre efectivos y contratados. En la pandemia no llegamos a perder la mitad de esos empleos”, comparó el secretario general de UOM Rosario, Antonio Donello.
A la par, el sindicato metalúrgico advierte como una amenaza el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), contemplado dentro del proyecto de ley Bases, ya con media sanción de Diputados. “No solo nos preocupa la caída de la actividad sino también lo que puede pasar con el RIGI, entregándoles la posibilidad a empresas extranjeras que importan todo y destruyan la industria nacional”, interpretó el dirigente metalúrgico. "Por ejemplo, General Motors está fabricando y paga un montón de impuestos. Si otro le trae inversiones por 200 millones de dólares y trae todo de afuera, ¿cómo le va a competir GM? Una empresa que deja ganancia en Argentina se tiene que ir, el otro que no deja ganancias, se queda”, marcó.
Acindar en déjà vu
La planta de Acindar, en Villa Constitución, paralizará su actividad por algunas semanas en junio, debido a la falta de demanda, según anunció la empresa propiedad de la multinacional Arcelor Mittal.
Silvio Acosta, de la comisión interna de la UOM en la siderúrgica, recordó en Sí 98.9 que ya en marzo hubo un parate por la caída de la demanda, y señaló que “el fantasma de los despidos ha regresado”.
Se trata de un motor económico que en esa ciudad del departamento Caseros emplea a 1.100 obreros propios, más otros 500 tercerizados o contratistas, y un millar más de administrativos y de tareas fuera de convenio metalúrgico. En derredor a ese núcleo, dependen otros 1000 trabajadores más que se desempeñan en más de 40 talleres pymes que trabajan en relación directa con Acindar.
“Esto tiene que ver con la caída de la obra pública, la recesión en la construcción que cayó un 45%. El hierro que fabricamos va a la obra pública y la privada, la construcción particular. Desde el gobierno nacional no hubo ninguna novedad ni información que brinde alguna certeza o perspectiva de que esto vaya a cambiar”, razonó Acosta.
El metalúrgico disintió con quienes defienden el plan de Javier Milei y sostienen que la economía tendrá un comportamiento de “V”, con un rebote de crecimiento luego de caer y tocar piso. “Acá vemos que la actividad cayó y no hay indicios de que levante. Esto es un L, no una V”, discrepó. Y le puso números: Acindar venía de producir un promedio anual de 1,2 millón de toneladas de aceros, pero ahora tiene un plan de producción de solo 620 mil toneladas. “Es lo que producimos en seis meses. Después de eso, no sabemos qué puede pasar”, se alarmó el delegado de UOM.
“El fantasma de despidos reapareció. Hay un clima de incertidumbre. Hoy no se plantean despidos pero si esto no remonta, conociendo los bueyes con los que uno ara, la empresa vendrá a plantearnos que tiene más personal de lo que necesita”, dijo.