En las últimas horas se viralizó un video del diputado nacional José Luis Espert en el que deslizó polémicas y repudiables declaraciones, pidiendo “controlar” y “poner límites sobre la natalidad en los hogares pobres” de la Argentina.

Explícitamente, el legislador aseguró que “si Argentina no pone un límite a la natalidad en los hogares pobres”, el país “va a ser una gigantesca villa miseria en otro medio siglo, luego de 60 años de decadencia”.

El disparador para estas expresiones fue un debate sobre los planes sociales, asegurando que es “un tema crítico” que son “un gasto público muy importante”, representando “3.5 puntos del PBI”.

Al respecto, Espert entonces propuso dos “soluciones”. Por un lado, habló de una auditoría para eliminar aquellos “que son truchos”, sosteniendo que “hay muchos” en esa condición.

Allí, entonces, dijo que “a los que no son truchos, hay que condicionarlos”, y específicamente en “la cantidad de hijos de hijos que las personas tengan”.

“Uno no puede dar un AUH por cada hijo. Hasta dos hijos te damos AUH. Más allá, no. No puede ser que uno esté subsidiando el aumento de la pobreza”, dijo el diputado nacional, cercano al presidente Javier Milei.

En ese momento fue cuando puso sobre la mesa la necesidad de aplicar un control sobre la natalidad: “Es polémico, pero lo asumo, lo digo y lo afirmo. Pero además hay otra cosa que es más grave todavía. La tasa de crecimiento de la población en hogares marginales es alrededor de 4 y 5 veces superior a la tasa de crecimiento de la población de la clase media a media alta. Como consecuencia de lo cual, esto significa que si Argentina no pone un límite a la natalidad en los hogares pobres, Argentina va a ser una gigantesca villa miseria en otro medio siglo, luego de 60 años de decadencia. Acá esto hay que mirarlo con total desapasionamiento, con total objetividad, con total frialdad, sacando los valores religiosos de por medio. Acá estamos frente a un drama social y poblacional. Tenemos una población que la mitad es pobre y esa mitad que es pobre crece a una velocidad de la población que es infinitamente superior a la población que no es pobre. Como consecuencia de lo cual, si uno no empieza a poner controles de algún tipo o mirarlo con objetividad a este problema, Argentina va a ser una villa miseria gigantesca”.

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Mientras el periodista le recordaba que era polémico lo que estaba diciendo, le consultó si realmente él creía que había familias que de verdad tenían la decisión de tener hijos solo para cobrar planes, a lo que respondió: “No tengo la menor duda de eso”.

“Si uno a la persona beneficiaria del plan le subsidia cada hijo que tiene, la persona no va a tener ningún control sobre la natalidad. Y hay que tener una paternidad responsable. Los hijos tienen que ser queridos para que vengan al mundo. Porque si vienen al mundo hijos no queridos, esos hijos no queridos no van a recibir el afecto que merecen, van a ser maltratados, probablemente sean violados, y estaremos formando en el futuro delincuentes, violadores y asesinos”, continuó.

Finalmente, Espert agregó que dentro de la opción de “limitar la AUH a dos hijos y no más”, también se debe incluir una capacitación para aquellas personas.

“Hay que capacitar a esa gente, hay que exigirle que contra el plan social, contra la AUH o el plan Progresar o lo que sea, termine su primaria. Si terminó la primaria, que termine la secundaria. Si terminó la primaria y la secundaria, que realice estudios terciarios, o un oficio que aprenda. Pero hay que condicionarla, primero, a la finalización de la educación primaria y secundaria, y yo diría que hay que ir hasta un oficio también. Y a la persona que ha cumplido primaria, secundaria y terciario, hay que condicionarla a que realice un trabajo”, dijo.