Más de cuarenta personas murieron en la Franja de Gaza, de ellas 16 en la ciudad de Rafah, en el sur, tras otra noche de intensos bombardeos israelíes, incluidos ataques contra tiendas de campaña para desplazados cerca de los centros de refugio de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).

El Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, informó hoy de la muerte de 46 personas en los ataques israelíes de las últimas 24 horas, además de 110 nuevos heridos. Desde que comenzó la guerra en el devastado enclave palestino, en octubre, han muerto 36.096 personas y 81.136 han resultado heridas, según el recuento de los hospitales de la Franja.

Las autoridades estiman que todavía permanecen enterrados bajo los escombros los cuerpos de unos 10.000 desaparecidos. La mayoría de las víctimas -en torno al 70 %- son mujeres y niños.

Según informaron a EFE fuentes desde Rafah, al menos siete personas murieron en la zona de Al Hashash, mientras que otros siete perecieron en ataques contra el campamento de desplazados en Al Baraksat, en el noroeste de la localidad y próximo a los refugios de la UNRWA.

Otros dos gazatíes, en concreto un anciano y un niño de diez años identificado como Muhamad al Faraa, fallecieron en ataques de artillería, también en Rafah.

La familia del niño dijo hoy al canal catarí Al Jazeera que su domicilio fue blanco de un bombardeo cuando se disponían a abandonar el barrio de Zourob, donde fuerzas israelíes están incrementado sus ataques, en busca de algún lugar seguro.

El Ejército israelí dijo hoy en un comunicado que ha desmantelado túneles y puestos de observación de las milicias palestinas en los alrededores del campamento de refugiados de Yabalia, en el norte de Gaza, donde las fuerzas armadas volvieron a operar -después de dejar la zona prácticamente devastada al comienzo de la guerra- bajo la premisa de que Hamás se estaba reagrupando. EFE