La ministra de Capital Humano de la Nación, Sandra Pettovello, despejó los rumores de renuncia y aseguró que no va a “dejar solo” a su “amigo”, el presidente Javier Milei.

Las declaraciones se dieron en el marco de una marcha en su apoyo que reunió una veintena de personas el jueves en el Obelisco, convocada por el youtube Matías Herrero.

En una videollamada, Pettovello señaló a los presentes: “El problema es que estamos tocando los negociones y no se la bancan”.

Luego, declaró: “Van a ensuciarme, a decir que hago mal mi trabajo, a decir que soy una inútil. La verdad es que si ser una inútil es no saber gestionar, no saber robar, soy una inútil”.

X de Ricardo Raúl Benedetti

La ministra hizo especial énfasis en desmentir cualquier versión de un alejamiento de su cargo: “Hagan lo que me hagan estoy adentro y no voy a parar. Pienso que, si bajo los brazos, todo lo que hice hasta ahora no va a valer la pena. Me sirve el apoyo, es muy difícil seguir adelante. No voy a dejar porque vine acá para bancar a mi amigo y a mi amigo solo no lo voy a dejar”.

Dentro de la llamada, Pettovello también reconoció que maneja ella misma su cuenta de Instagram y que responde personalmente los mensajes, y dijo a los presentes: “Si necesitan algo, una mano, cualquiera de las cosas es bienvenida. Voy a estar para ustedes”.

Además, también indicó que a veces se inmiscuye en ministerios ajenos y apuntó todos los cañones contra los empresarios, los políticos y el periodismo.

“Trato hacer todo lo que puedo, a veces hasta me meto en ministerios ajenos, pero la mafia es peor de lo que pensaba. Está la mafia de los políticos corruptos, los empresarios prebendarios a los que no les quiero pagar, la casta periodística que es de la peor calaña, son los que me pegan día y noche, todos los días, por radio y televisión diciendo mentiras absolutas”, concluyó.

Este evento tuvo lugar en el marco de las fuertes críticas que recibe la ministra por la ola de irregularidades que están bajo su mando, desde las contrataciones irregularidades de rugbiers hasta el escándalo de los alimentos venciéndose en depósitos.