Comienza el juicio por el caso Trasante: piden prisión perpetua para todos
Este martes dio inicio la primera audiencia que juzga a cuatro personas acusadas de ser partícipes necesarios del asesinato del pastor evangélico y ex concejal, sin que se sepa aún quiénes son los autores materiales ni los intelectuales.
A más de tres años del asesinato del pastor y concejal Eduardo Trasante, este martes comienza el juicio oral contra cuatro personas acusadas de ser partícipes necesarios del crimen, sin que el Ministerio Público de la Acusación (MPA) haya podido identificar aún a los autores materiales ni a los intelectuales del asesinato.
La primera audiencia del juicio oral tiene entre los acusados a un jefe narco que ya cumple dos condenas en una cárcel federal: es el peruano Julio Rodríguez Granthon; y a tres personas que cumplieron órdenes suyas: Alejo Leiva, Sebastián López y Brian Nahuel Álvarez.
Asisten a esta primera audiencia varios concejales y concejalas que compartieron mandato con la víctima, dirigentes gremiales y legisladores.
La abogada querellante Gabriela Durruty y los fiscales Gastón Ávila y Matías Edery pedirán la pena de prisión perpetua para todos ellos. La audiencia está pautada para este martes a las 10.30 en el Centro de Justicia Penal.
En diálogo con Radio Sí 98.9, Durruty, representante legal de Carolina Leones, viuda de Trasante, apuntó que el motivo del crimen fue el de dar un mensaje mafioso.
“Lo que se intenta es claramente dar un mensaje mafioso, donde se dice que es posible ejecutar a alguien adentro de su domicilio, frente a su familia, al mediodía, en seis minutos y después descartar el vehículo teniendo un despliegue necesario para procurar la impunidad de quienes lo llevaron adelante”, consideró la abogada.
Además, para remarcar que fue un asesinato perpetrado para dejar un mensaje, explicó que “este homicidio tuvo una logística al menos extraña para los delitos que lamentablemente acostumbramos a tener en Rosario”.
“Extraña en el sentido del despliegue necesario, y esto pudo ser acreditado. Siempre sostuvimos que se trata de un 'homicidio mensaje'. A pesar de que las investigaciones durante los valiosos primeros meses se enfocaron directamente en Eduardo y su familia, no pudo encontrarse motivo alguno que tuviera que ver con alguna razón que tuviera que ver con él, con su militancia, con su condición de referente social y espiritual e incluso de ex concejal”, manifestó Gabriela Durruty en la entrevista.
En vida, Trasante había sufrido el asesinato de dos de sus hijos: Jeremías, una de las víctimas del triple crimen de Villa Moreno del 1 de enero de 2012; y Jairo, asesinado en 2014 a la salida del boliche Chiringo, tras una pelea entre dos grupos de amigos en la puerta del local. Ambos murieron a los 17 años.
Reconocido por su trabajo social y religioso, Trasante llegó a conocer a los asesinos de su hijo Jeremías en una de sus visitas a cárceles, perdonándolos.
A fines de diciembre de 2017 asumió como concejal de Ciudad Futura, cargo al que tuvo que renunciar un año más tarde por una denuncia de acoso.
El crimen
El asesinato a Trasante, entonces ex concejal de Ciudad Futura y padre de una de las víctimas del triple crimen de Villa Moreno, ocurrió el 14 de julio de 2020 a las 14.45, en plena pandemia.
De acuerdo a lo que pudo reconstruir la investigación, luego de dar varias vueltas a la manzana en un automóvil, dos personas se bajaron del vehículo y tocaron la puerta de la casa del pastor, en San Nicolás al 3600, informando que buscaban a una de sus hijas.
Ellos fueron atendidos por Carolina Leones, pareja de Trasante, que procedió a llamarlo. Cuando él bajó de la planta alta, recibió dos tiros que terminaron con su vida, delante de su familia.
Toda la secuencia, incluida la fuga de los asesinos, duró unos seis minutos, que quedaron registrados en una cámara de seguridad. Sin embargo, todavía no se pudo conocer la identidad de ninguno de los dos criminales.
Los acusados que serán juzgados a partir de este martes, en tanto, están implicados por presuntamente haber facilitado la realización del delito.
Los imputados
El señalado como principal responsable de haber organizado el asesinato desde el pabellón 9 de la cárcel de Piñero es el peruano Rodríguez Granthon, sobre quien la querella buscará comprobar en el juicio que “es titular de una asociación criminal que puso al servicio de este homicidio, encargado por una o varias personas que a la fecha no han podido ser identificadas”. Se lo acusa de ser el encargado de impartir órdenes y gestionar el Peugeot 308 utilizado en el crimen. Todo, desde su lugar de detención, el pabellón 9 de la Unidad Penal Nº11 en Piñero.
Entre los receptores de esas órdenes estuvieron Álvarez y López, siendo el primero el encargado de comunicarse con el ‘Peruano’ para pactar la entrega del auto que recibiría el segundo, por una suma de $20.000.
Leiva, en tanto, fue un vecino anterior de Trasante y está señalado por haber aportado “la información necesaria para terminar de realizar el homicidio”, e incluso la tarde previa “envió fotografías especificando cuál es la puerta concreta del nuevo domicilio”, en donde fue asesinado.
A todos ellos, les cupo la imputación por homicidio doblemente calificado por precio o promesa remuneratoria y con el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego en calidad de partícipe necesario y encubrimiento en calidad de autor y en concurso real. A Leiva se le suma tenencia de arma de fuego de guerra y encubrimiento y a López encubrimiento en calidad de autor y en concurso real.