De la amenaza a las balas: el violento calvario de un empresario pyme
Un taller de zona oeste fue blanco de una balacera, epílogo de una extorsión mafiosa que lleva meses. Al dueño le amenazaron hasta la familia: 70 mil dólares le exigieron para dejarlo en paz
Los dueños de una pyme de zona oeste viven un verdadero calvario desde hace varios meses y este miércoles por la noche tuvieron un nuevo hecho violento: fue baleado un depósito que la empresa tiene en México al 100.
La extorsión comenzó en diciembre pasado, cuando los titulares de la pyme recibieron una amenaza, a través de un llamado telefónico, y una nota donde se solicitaban 70 mil dólares a cambio de seguridad. Además, el frente de la casa de los dueños fue baleado. Luego del episodio, un móvil policial custodió la propiedad por un mes.
“Una pesadilla terrible vivimos. No sé qué hacer", afirmó Jorge, de 73 años, al describir la situación que está viviendo su familia.
“Tengo 16 empleados en el taller (de pintura para fábricas terminales), tengo administrativos que no quieren venir a trabajar porque tienen miedo y que los baleen cuando entran o salen del taller. No sé qué hacer. Me mandaron fotos de mi familia y una nota donde me decían los nietos que tengo. Saben a qué escuelan van y me piden 10 mil dólares por cada nieto. Conocen todos mis movimientos", indicó el titular de la pyme.
Según comentó el empresario, el ataque de este miércoles por la noche tuvo un aviso previo: “El martes 13 de junio a la mañana efectuaron siete disparos contra el frente de la casa y le dejaron una foto de mi familia".
Y esta madrugada a las 3.30 me avisó la policía que en un galpón que tengo a la vuelta me tiraron dos tiros. Ahí tengo un taller de pintura para fábricas terminales”.
“Todo sigue igual. Me balearon un galpón que tengo como depósito. Mi caso lo tiene Fiscalía, que está investigando. Iré hoy a ver qué me dicen. No sé que hacer. Tengo un hijo que ya se fue de casa, se quiere ir del país con toda su familia, los otros me piden que cierre. No puedo cerrar porque tengo empleados, qué hago con ellos?”, concluyó Jorge.