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La ausencia de sus compañeros marcó la emotiva clausura de la generación 2014-2018 de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, del municipio mexicano de Tixtla, conocida por la trágica desaparición de 43 de sus estudiantes en 2014. Las imágenes de la ceremonia, en la que también debieron recibir sus títulos los estudiantes desaparecidos, se viralizaron a través de distintas redes. 

Las redes se hicieron eco del acto denominado "26 de septiembre, 3 semillas, 43 esperanzas", que se desarrolló en la explanada de esa escuela para maestros del sureño estado de Guerrero, uno de los más pobres del país.

Fueron 73 alumnos lo que se licenciaron este viernes en Educación Primaria y Educación Primaria Intercultural Bilingüe, y en el acto de cierre de etapa abundaron los sentimientos de tristeza y coraje por los ausentes.

Porque faltaban los 43 normalistas desaparecidos y los tres jóvenes estudiantes que fallecieron esa fatídica noche: Julio César Mondragón Fuentes, Julio César Ramírez Nava y Daniel Solís Gallardo. Entre las ausencias, estaba también la del normalista Aldo Gutiérrez, quien permanece en estado vegetativo desde esa noche en la que los jóvenes fueron atacados y él recibió un tiro en la cabeza.

Según la versión oficial, conocida como "verdad histórica", en la noche del 26 de septiembre de 2014 policías corruptos de Iguala arrestaron a los jóvenes y los entregaron a miembros del cártel Guerreros Unidos, que los asesinaron e incineraron sus restos en el basurero del municipio vecino de Cocula. No obstante, padres y organismos internacionales han denunciado irregularidades en las pesquisas y han exigido que se aborde la posible participación del Ejército y la Policía Federal en los hechos. Además, consideran científicamente imposible la quema de 43 cuerpos en ese vertedero. 

El director de la escuela, Víctor Gerardo Díaz, expresó que aunque existe alegría por los que concluyen su carrera, la clausura de curso tiene un sabor de nostalgia y tristeza por los que no están. 

En la clausura estuvo presente Miguel Carrillo Figueroa, autor de la canción "Ahora soy 43", que se ha vuelto icónica en la búsqueda de los estudiantes. Al interpretarla provocó las lágrimas de los presentes, especialmente de los egresados, muchos de ellos sobrevivientes de esa noche.

Mientras en la explanada de la escuela se desarrolló la ceremonia de graduación, en la parte de abajo, en la soledad y la tranquilidad de la cancha, permanecen las 43 butacas con los rostros de los jóvenes que aún son esperados.

 

EFE